México revolucionario
“Paint the Revolution” será la exhibición más extensa de arte moderno de México en más de siete décadas, próxima a abrir este otoño en el Museo de Arte de…
Una tarde de marzo nos encontramos en medio de San Miguel Chapultepec, vecindario en la zona noroeste de la Ciudad de México. Colonia de calles arboladas, grandes avenidas y contrastes arquitectónicos, testigos de las diferentes épocas que ha vivido.
Actualmente un gran número de galerías de arte se han concentrado ahí mismo, al grado de considerarse un pequeño “Chelsea” neoyorquino, apodado por algunos como ‘San Michael Chealsea’.
En esta ocasión nos dirigimos a la galería que es valorada histórica al haber sido la primera de todas ellas, la Galería de Arte Mexicano (GAM).
Con ocho décadas consecutivas de labor y amor por el arte mexicano, este año la GAM reavivará su larga relación con el Museo de Arte de Filadelfia (PMA) al colaborar con la exhibición “Paint the Revolution: Mexican Modernism, 1910-1950”, programada para este otoño en Philly.
México y Filadelfia: Un hito en el arte mexicano
Si bien “Paint the Revolution” está perfilada a convertirse en la exhibición de arte moderno mexicano más extensa en Estados Unidos, esta no será la primera vez que el arte mexicano toma un protagonismo crucial en la Ciudad del Amor Fraternal.
En 1943, PMA abrió la exhibición “Mexican Art Today” (Arte mexicano hoy), presentando arte mexicano de la época bajo una nueva lente para el público de Estados Unidos, desplazando la atención central del muralismo hacia la pintura de caballete.
Considerada una de las exposiciones más ambiciosas dedicadas exclusivamente a la pintura mexicana moderna, esta se dio gracias a la colaboración entre Henry Clifford, curador de pintura de PMA, y su amiga y colaboradora Inés Amor, dueña de GAM.
“Inés es muy famosa en PMA por el show que realizó en 1943. Fue una exhibición grande de unas 300 piezas. La GAM abrió el camino para que el museo terminará coleccionando arte mexicano, lo que nos guío hasta la exhibición que vamos a realizar actualmente”, dijo Mark Castro, uno de los curadores de “Paint the Revolution”.
Castro agregó que aunque en la década de los cuarenta ya había habido exhibiciones en Estados Unidos sobre arte mexicano, lo que hace tan relevante la exhibición de 1943 es la nueva visión que Clifford adquirió sobre el arte mexicano, gracias a su colaboración con Amor.
“Inés Amor vivió su vida promoviendo y alentando a artistas mexicanos. Era una mujer brillante con una gran visión para el arte” Alejandra Iturbe, directora de la Galería de Arte Mexicano (GAM)
“Ella estaba trabajando con muchos de los artistas más jóvenes, muchos de los pintores de caballete”, dijo Castro. “Gran parte de estos artistas fueron presentados por primera vez en ‘Mexican Art Today’”.
El show viajó de Filadelfia hacia otras partes de Estados Unidos, y al mismo tiempo cambió la dirección del diálogo sobre qué es el arte mexicano.
“Creo que Amor aportó algo nuevo a la conversación, algo que Clifford no conocía. Él debió de seguir sus consejos, porque ambos convencieron a muchos coleccionistas de Filadelfia de comprar piezas, muchas de las cuales han regresado a nuestra colección”, dijo Castro.
De igual manera que ese proyecto cambió la perspectiva sobre el arte mexicano moderno, los curadores detrás de “Paint the Revolution” esperan dar a la audiencia nuevos puntos y perspectivas.
“Pensamos que este es el mejor momento para revaluar qué es el arte mexicano moderno. Que la audiencia vea que tan importante fue ese momento para el arte mexicano y que tuvo un enorme efecto internacionalmente, especialmente en Estados Unidos”, dijo Castro. “Creo que dada la compleja relación nacional con México es un momento genial para hacer un show como ‘Paint the Revolution’”.
1943 - 2016
Desarrollar una exhibición con un panorama tan amplio permitió la colaboración entre el Museo de Arte de Filadelfia y el Museo del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México.
“La exhibición presentará esta fascinante historia con detalles nunca antes vistos, beneficiándose del trabajo de una joven generación de académicos, quienes han sido pioneros en su investigación”, declaró Miguel Fernández Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes.
Además de Castro, otros tres curadores se encargaron de desarrollar el proyecto, incluyendo a Matthew Affron (The Muriel and Philip Berman Curator of Modern Art/PMA); Dafne Cruz Porchini, investigadora postdoctorado del Colegio de México; y Renato González Mello, director del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
“Cada aspecto ha sido un trabajo dividido entre los cuatro. Cada uno ha traído algo distinto al proyecto y tiene su propia perspectiva en el tema”, dijo Castro. “Hemos crecido juntos y también hemos hecho descubrimientos que han cambiado la dirección de la exposición”.
Abarcando cuatro décadas de arte, la exhibición compila bocetos de murales, fragmentos de pinturas, grabados y fotografías que cuentan la historia sobre el mutuo impacto de tendencias artísticas radicales e ideas, así como eventos políticos y sociales en México.
La revolución mexicana irrumpió en 1910 tras tres décadas de dictadura liderada por el general Porfirio Díaz. El conflicto se alargó durante una década y causó la muerte de casi dos millones de personas.
Además de haber transformado la historia y el gobierno del país, la revolución también dio como resultado nuevas corrientes artísticas que jugaron un papel prominente en la reconstrución de la identidad nacional, que comúnmente se identifican con el muralismo mexicano.
A partir de 1920, durante el comienzo del periodo de reconstrucción, el ministro de educación pública de aquel entonces, José Vasconcelos, reunió a un grupo de pintores que producieran murales en edificios públicos, por ser un tipo de arte “monumental, comunal y arquitectónico”.
“Mucha de la narrativa alrededor del arte mexicano moderno gira alrededor de ‘Los tres grandes’ (Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros), su arte es muy reconocido”, dijo Castro. “La narrativa siempre ha sido que la pintura mural fue el medio central del modernismo mexicano”.
“Pensamos que este es el mejor momento para revaluar qué es el arte mexicano moderno. Que la audiencia vea que tan importante fue ese momento para el arte mexicano y que tuvo un enorme efecto internacionalmente, especialmente en EE.UU.” Mark Castro, curador de “Paint the Revolution”
Sin embargo, uno de los propósitos de los curadores de “Paint the Revolution” fue diversificar esa narrativa resaltando a otros artistas de una amplia gama. Desde aquellos que también trabajaron la pintura mural, a artistas que no apoyaban el muralismo ni la dirección que había tomado el arte moderno mexicano.
“Eso nos guío a todo un grupo de artistas que no son necesariamente desconocidos del periodo, pero que siempre habían sido considerados o relegados a roles secundarios, como por ejemplo María Izquierdo o Augustin Lazo”, dijo Castro.
Estos últimos forman parte del grupo reconocido como ‘Contemporáneos’, atraídos más por la sensibilidad del individuo que por lo épico y colectivo. Caracterizados también por mantener una posición contrastante a la cultura revolucionaria.
“Ellos tenían su propio movimiento, sus propias raíces y su propia filosofía. Queremos que esa rica historia sea contada, porque pensamos que ha tenido un efecto enorme en el arte mexicano de hoy en día”, agregó.
La exposición también resaltará los logros de la pintura muralista a través de obras claves, presentando digitalmente a escala masiva imágenes de murales públicos de ‘Los tres grandes’.
Estos serán “Balada de la revolución proletaria” (1928), de Rivera, localizado en le interior de la Secretaria de Educación Pública (SEP). “Retrato de la burguesía” (1939-1940), de Siqueiros, realizado en el interior de una escalinata del Sindicato Mexicano de los Electricistas (SME), y “Épica de la civilización americana” (1932-1934), producido por Orozco, y localizado en Dartmouth College en New Hampshire.
Su trabajo se verá en un contexto de iluminación mostrando el complejo mundo del arte mexicano, encarnado por los logros de muchas figuras reconocidas como Frida Kahlo y Rufino Tamayo.
“Paint the Revolution abrirá del 25 de octubre de este año al 6 de enero del 2017. La exhibición también viajará a la Ciudad de México para ser presentada en el Palacio de Bellas Artes el próximo año.
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