Dos grandes veteranos de la música latina fueron galardonados en la última entrega de los Latin Grammy con los premios más importantes: grabación del año para el brasileño Caetano Veloso y persona del año y álbum del año para el panameño Rubén Blades. 

"Nadie en la música tiene tu obra literaria", le dijo el reguetonero Residente a Rubén Blades durante la ceremonia del pasado 18 de noviembre. Esta frase puede resumir el trabajo no solo de Blades sino de Veloso. Los dos artistas se han dedicado durante casi medio siglo a describir sus realidades en cada una de sus canciones. 

 Cantautor, productor, músico, actor, político y activista, así es Rubén Blades Bellido. Su carrera comenzó a finales de la década del 70. Por su sangre corre la música, es hijo de un colombiano que tocaba el bongó y una cantante cubana que sabía tocar el piano. Vivió parte de la dictadura de Omar Torrijos en Panamá. Ya para entonces, en 1968, era una esponja que absorbía las ideas y sonidos que, provenientes especialmente de Estados Unidos, llegaban a su país. 

“El éxito sabe a dolor, sudor y esperanza. Muchas veces sabe a mierda. La fama es un lugar que se visita. No es un domicilio. Quien no lo entienda sufrirá y perderá su vida”, expresó Blades emocionado al recibir el premio a Persona del año 2021.

El crítico de música, Juan Carlos Piedrahita, resalta como Rubén Blades “convirtió sus historias en una muestra de la mejor crónica latinoamericana que podía haber. Él se encargó de escribir en acciones, no de escribir en conceptos. Por eso uno va imaginando la letra mientras él va cantando. Esa es una de sus grandes virtudes y eso es lo que lo hace uno de los cronistas más importantes que tenga América Latina”.

En alguna ocasión, el músico y Gabriel García Márquez se plantearon un interesante debate. El Nobel le preguntó a Rubén “si la salsa podía ser un género literario”. La cuestión dejó pensando al panameño y decidió contestarle a través de la canción GDBD (Gente Despertando Bajo Dictadura), una muestra de que la salsa sí podía ser un género literario.

Y es que si Blades convirtió la salsa en un género literario, Caetano Veloso volvió al Bossa Nova poesía. Con 79 años, este otro veterano se llevó el gramófono de grabación del año en compañía de su hijo Tom Veloso por la canción ‘Talvez’.

Como Blades, Caetano proviene de una familia amante de la música, se dio a conocer cuando su hermana, Maria Bethânia, grabó su primera composición. Es uno de los pioneros, junto a Gilberto Gil, del llamado “tropicalismo”, movimiento cultural que revaluó la música tradicional brasileña.  

“La gran virtud de Caetano Veloso es que volvió universales las historias de Bahía, su región en Brasil. Siempre le enseñan a uno que para ser universal hay que reflejar la “aldea”, y eso es lo que él ha hecho a través de la música”, explica Piedrahíta. No en vano, Veloso que es también cineasta y poeta, es llamado “uno de los grandes cantautores del siglo”.

“Ambos han hecho la tarea, la han hecho bien, han sido cuidadosos y, algo muy importante, es que se la han jugado por lo que ellos creen y por lo que ellos sienten, y la sinceridad se premia tarde o temprano”, finaliza Piedrahita.