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Photo: Puerto Rican Arts Alliance / Brian Ernst
Photo: Puerto Rican Arts Alliance / Brian Ernst

Una jovencísima latina logra el Rising Star Honor Roll tocando el cuatro

Isamary Medina-Marrero ha podido conectarse con el instrumento de sus raíces puertorriqueñas gracias al proyecto comunitario de  Latin Music Project Youth…

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Se llama Isamary Medina-Marrero, tiene quince años y lleva practicando con el cuatro desde que tenía siete. Ahora su afición y su tenacidad han sido recompensadas y por ello forma parte de los cincuenta jóvenes y prometedores artistas reconocidos en el 2020 Rising Star Honor Roll de Allstate presentado por el departamento de cultura de Chicago. Estos galardones anuales que este año premian a quince nominados más que en anteriores ocasiones tiene como finalidad resaltar programas locales de música, teatro, danza, arte visual y literatura. 

Entre ellos está la contenta Isamary, descendiente de Puerto Rico, que de algún modo sigue conectada con su legado a través del cuatro, un instrumento del que dice sentirse orgullosa. Y es que la música sí entiende, y mucho, de genealogías. Existen cadenas de conocimiento ligadas a técnicas muy concretas que se materializan en instrumentos. Y es a ellas a las que apela, de un modo mucho más divertido, cuando convierte al cuatro en su compañero durante sus años de infancia.

Por ello en una entrevista para el Chicago Sun Times le agradecía precisamente a sus progenitores, a su madre concretamente, que hace ocho años la introdujera en el cuatro y no a la guitarra. También a su padre por promover la música en casa. Cuenta Medina que “tan pronto como agarré el cuatro me enamoré del modo en que se mueven los dedos”.

Pero la transmisión de técnicas solo es posible en el marco de una comunidad. Isamary ha podido practicar todo este tiempo con el cuatro porque forma parte de la Puerto Rican Arts Alliance, un programa infantil en Chicago creado por Carlos Hernández que colabora con la red de escuelas públicas y con universidades. Tiene distintos programas en función de las franjas de edad y su cara más visible es el Latin Music Project Youth Assemble, un grupo con profesores de alto nivel que se especializa en percusión, violín, guitarra o cuatro. 

Los integrantes han llegado posteriormente a colaborar con coros y orquestas y han actuado en países como Argentina, República Dominicana, Brasil, México o Puerto Rico. Es en ese programa en el que Medina ha podido conectar con el instrumento de sus raíces que, aunque habitualmente vinculado al folclore, los jóvenes se encargan de actualizar con melodías modernas, conquistando todo tipo de ritmos para otorgarles ritmos latinos. El cuatro, en contra de lo que indica su nombre, tiene una cuerda más que la guitarra, es un poco más pequeña y ha sido el gran instrumento de prestigiosos músicos puertorriqueños como Yomo Toro o Maso Rivera.

En la entrevista podemos comprobar cómo la infancia resulta más inspiradora de lo que a veces nos creemos los adultos. No sólo palpamos la tenacidad sorprendente en alguien tan joven para entregarse a una afición con entusiasmo y una sonrisa, sino que sobresalen las dificultades para ensayar y actuar en un mundo pandémico de distancias y mascarillas. 

Sin embargo, su resiliencia parece no conocer todavía una negativa: “Si tuviera que dar un consejo a los jóvenes infantes les diría que simplemente tienen que hacerlo. Tus dedos van a doler. Será terrible al inicio y querrás llorar porque no puedes aprenderte una canción. Pero mientras ames lo que haces no importa cuanto tiempo te requiera pues será satisfactorio de todos modos”.