El objetivo del crowfunding en Go fund Me no era otro que reunir 100.000 dólares para contrarrestar los catastróficos efectos económicos de la ausencia de contratación en el sector de la música. Esta misma semana anunciaban que superaban dicha cifra (102.000$) después de ocho meses y gracias a la ayuda de más de trescientas personas.

Esta iniciativa de la Afro Latin Jazz Aliance junto al compositor y ganador de un Grammy Arturo O’Farril iniciada en Mayo buscaba paliar los efectos de un año sin prácticamente ingresos para los artistas de Nueva York y Nueva Jersey, priorizando a la comunidad afroamericana y latina.

Un denso y rico panorama el de ambas ciudades que ninguna otra alianza se había preocupado en proteger para que siguiera allí tras la carrera por la vacuna. Poco a poco tratan de ingeniar nuevos sistemas con conciertos en YouTube y Facebook mientras parece que el modelo de los conciertos y festivales se prepara para mutar.

La verdad es que mientras el gobierno brillaba por su ausencia y el abastecimiento pasaba a primera fila no hubo demasiada gente que se preocupó por cual sería el panorama cultural al terminar con el túnel que inauguraba la pandemia. Una escena normalmente sin ningún tipo de ayudas y que vive directamente de la caja de los eventos, al estar muy muerto el viejo modelo financiero de los royalties por los discos con las nuevas plataformas, y que los gobiernos de otros países tampoco se han preocupado en proteger.

Pero sí por algo destacan los artistas latinoamericanos y afroamericanos de Nueva York y Nueva Jersey es por su sentido de la comunidad, que debería ser replicado en muchas otras ciudades. Incluso cumpliendo con su objetivo en el crowdfunding el dinero sera escaro tas un año de severa miseria financiera.

El dinero obtenido a través de donaciones individuales se repartirá entre más de doscientos artistas en conciertos y clases para jóvenes y adultos on-line a través del sistema de NY Public School y Shape Shifter Lab de Brooklyn. Lo que da la comunidad vuelve a la comunidad. Así se crean alianzas fuertes en momentos de crisis.

La ALJA es una organización benéfica creada en 2007 por el pianista Arturo O’Farril con la colaboración de la Afro Latin Jazz Orchestra (ALJO). Han actuado por todos los estados y son reconocidos sus conciertos en el Symphony Space de Nueva York así como sus giras internacionales, todo ello mientras prestan ayuda institucional con residencias a los artistas y procuran mantener su música accesible al público con bajos ingresos.