El día de su vigésimo séptimo aniversario Maluma publicaba un nuevo álbum, #7DJ, en el que celebraba sus éxitos y su paternidad por quinta ocasión con un disco de homenaje a los orígenes que con solo un fin de semana en el mercado ya está siendo sensación. Alrededor del concepto de los siete días en Jamaica la estrella latina lanzaba disco y vídeo en el que relacionar la tierra y la maternidad de un modo orgánico.

En este despegue Maluma ha querido estar acompañado de otro reconocido artista colombiano de índole bien distinta pero con el que ha trabado amistad: Federico Uribe. Maluma nació en Medellín en 1994 y Federico Uribe en Bogotá en 1962. Ahora ambos residen en Miami y, pese a la aparente disparidad, son varios los elementos de conexión que aprovechan para explorar en la portada del álbum y en una exposición en Miami.

Si en #7DJ pretendía un retorno a las raíces, cuyo máximo exponente sería la deriva hacia al reggae junto a Ziggy Marley y Charly Black, la verdad es que de un modo sutil pero certero Uribe a venido a representarlo en la portada. No solo por los tonos que sugieren nuevos instrumentos (trompetas y saxofones) sino especialmente por la técnica de emplear desechos.

Aunque el arte povera fue patentado en Italia es sobretodo conocido por la imaginación con la que artistas latinos como Armando Reverón o Jannis Kounellis supieron emplearlo para apelar la realidad en América del Sur. La politización teórica tras el empleo de materiales humildes culminaba a finales del milenio con el arte basura o arte reciclado, que incluía las propuestas anteriores y la sensibilidad ecologista. El arte povera representaba nuevas relaciones terrestres en la medida que invertía las direcciones de los materiales del objeto al residuo para contemplar potenciales nuevas relaciones con los objetos de la bioesfera.

Federico Uribe encarna dichas tradiciones artísticas y además de un modo especialmente colorido y conectado con el reino animal, de modo que son especialmente conocidas sus esculturas de animales, los arrecifes con deshechos tejidos o los libros que vuelve a convertir en árboles.

Ya había colaborado antes con reconocidos músicos, como Álvaro Alencar, pero en esta ocasión junto a Maluma y aprovechando el lanzamiento presenta hasta finales de mes en Miami una exposición que recopila el trabajo de los últimos veinte años con el que el cantante dice sentirse especialmente conectado.