Niña Dioz, la rapera mexicana que apuesta por ser fiel a sí misma
Dado su talento, en su entorno le reclamaban que apostara por el pop, un género que estaba al alza en México. Pero ella apostó por el rap
Carla Reyna, más conocida en el universo del rap como Niña Dioz, lleva largo tiempo reclamando su lugar en la industria musical. Nacida en Monterrey en 1985, se grababa su propia voz desde que tenía 10 años. Entonces, practicaba el freestyle, contando historias de su familia y sus compañeros de clase en cintas caseras.
Empezó a darse a conocer con su primer EP “Marcapasos” (2007), que contenía siete canciones auto producidas. Su debut le valió un premio Indie-O-Music Awards como mejor álbum de hip-hop. Su popularidad en los medios fue gracias a la canción “Cuándo, cuándo”, que tuvo un excelente recibimiento en la prensa musical y el público.
Al principio, su familia no la comprendía. No entendían que pronunciara aquellos versos, tan alejados de la música popular. “Es 1997 y quiero que todo el mundo sepa lo que quiero compartir, no tengo los instrumentos necesarios, pero esta es mi música y espero que les guste”, recitaba en sus primeras maquetas caseras.
Dado su talento, en su entorno le reclamaban que apostara por el pop, un género que estaba al alza en México. Pero como expresó durante una entrevista a la revista Coolt durante su reciente gira por España, “yo no quería ir por ese camino. Me parecía más desafiante componer una letra de tres páginas con el rap, que una canción pop cortita de media página”.
Durante su carrera, Niña Dioz ha colaborado con los más grandes de su género: El Chojin, Tote King, Cartel de Santa, Sonidero Nacional o Molotov, entre otros. La mexicana es conocida por su particular mezcla de géneros, ya que se atreve a fusionar el hip-hop con el punk o el rock.
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En 2008, firmó un contrato con la marca de ropa deportiva Nike, y fue la única artista que representó a su país en los Juego Olímpicos de Pekín (China). Después, alcanzó la fama en EE.UU. tras participar en festivales de Nueva York o Austin. La revista DJ Concept la definió como la mejor artista hip-hop del momento. En 2014, lo dejó todo para ir a vivir a Los Ángeles, donde compaginó su pasión musical con otros trabajos para subsistir.
En 2021 lanzó su último álbum “Amor Locura & Otros vicios”, donde contó con la colaboración de varias raperas hispanas y se centró en la fuerza que caracteriza a las mujeres mexicanas. De eso habla la canción “Mezcla”, donde denuncia el extendido machismo en su país. Pese al amor a su tierra y su gente, siempre quiso volar, ya que concebía Monterrey como una jaula. “Necesitaba salir y ser libre”.
En sus letras, resaltan vivencias personales, así como conflictos y tragedias de su localidad natal. Entre 2009 y 2014, Monterrey se vio envuelta en una oleada de violencia. Al regresar a su país, varios amigos suyos desaparecieron, mataron a un primo suyo frente a su tía, o presenció a un hombre ahorcado en un puente. “Todo aquello me inspiró a hablar de estos temas”, reconoció.
“Todo lo que al principio era un obstáculo para avanzar en la industria, como ser queer, rapera y mujer, ahora es mi mayor fortaleza. Lo más importante es ser fiel a uno mismo”, concluyó.
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