El 3 de septiembre, los hermanos Jesse y Joy abrieron su concierto al aire libre con sabor a Chocolate, en los jardines de Longwood en Kennett Square, Pennsylvania.

En su primera visita al estado de Pensilvania, los hermanos llenaron el espacio hasta agotar las entradas. La agrupación deleitó al público con los clásicos que los llevaron al éxito, y temas más recientes que aún tienen la capacidad de llevar al público al Espacio Sideral. 

Jesse y Joy se formó en el 2005, en la Ciudad de México. Un dato curioso es que son hijos de padre Mexicano y madre Estadounidense, particularmente del estado de Wisconsin. Casualmente los hermanos dieron un concierto allí antes de venir a Pennsylvania.

Este par se distingue no solamente por sus temas que endulzan el oído de todo aquel que los escucha, si no también por la sencillez con la que se presentan e interactúan con su público. 

En un momento preciso, Joy se dirigió a los presentes diciendo “somos una familia”. Entre juegos y risas Joy, compitiendo con su hermano Jesse, compitió por el amor del público. 

Incluso en los instantes de silencio, se podía escuchar el canto de los grillos que acompañaban, como todos los que estábamos allí, entonando sus canciones. Este momento mágico no pasó desapercibido para Jesse quien, evitando romper el silencio dijo “que lindo se escuchan los grillos.”

Y así, todo el concierto fue una comunión entre artistas y público cantando siempre al unísono. A toda voz, sonó Me quiero enamorar, Corre, Con quien se queda el perro?, Un besito más, y muchas otras. Para cerrar con broche de oro, su interpretación de Ecos de Amor,  realmente lleno los bellos jardines con los ecos de las voces de todo el público que se puso de pie para despedir al dúo.

Jesse y Joy continúan su tour del 2019 este 7 de septiembre en Costa Rica, desde donde seguirán hacia América del Sur, para terminar en la isla del encanto, Puerto Rico, el 23 de noviembre.