Para Felipe, bajista de la banda Todos Santos, “la música es como las matemáticas; es un lenguaje universal”, capaz de romper barreras.

Con esas palabras se inauguró el primer AL DÍA Jammin’, el 9 de agosto.  Una nueva serie que busca brindar espacio para el talento local, bandas y cantantes de música Latina, que buscan romper las barreras culturales en la comunidad. 

Todos Santos comenzó hace casi cuatro años con el propósito de solamente tocar por diversión.  En un intento por romper el esquema y tocar música diferente al reggaeton y la música regional, clásicas en su  comunidad, la banda ideó un proyecto para alcanzar un nuevo mercado.

Con  José como primera voz y guitarrista, Felipe en el bajo, Andrés  en la batería y Alejandro en la guitarra, nació Todos Santos. El nombre hace referencia a la celebración del día de los muertos en México, llevada a cabo en noviembre. 

“El nombre busca una conexión con nuestra cultura que a pesar de la distancia se lleva presente en el corazón de cada Mexicano que se encuentre lejos de su tierra”

 

Solían tocar covers de canciones conocidas, pero pronto comenzaron a escribir sus propias letras. Como lo dijo Andrés “nuestro género, si quieres ponerlo en esos términos, es rock latino pero con un mensaje social.” Y esto se puede escuchar claramente en sus líricas sobre corrupción, pobreza, e injusticias sociales. 

Para ellos a sido un reto mantenerse en una comunidad con gustos distintos, pero afortunadamente el público ha respondido positivamente a su música. 

Recientemente, la agrupación tuvo que superar uno de sus retos más  grandes. Tres de los integrantes fueron detenidos por inmigración de camino a Ruido Fest, un festival de Rock Latino en Chicago. Ellos habían entrado a un concurso para poder tocar en este festival.  Pasaron a la segunda ronda y fueron invitados, junto con otras bandas, a ser parte del evento. 

De camino a Chicago la banda fue detenida por la policía.  Los patrulleros les pidieron su identificación y pruebas de su estatus migratorio.

Los agentes de inmigración fueron llamados, José, Felipe y Alejandro fueron arrestados y llevados a un centro de detención. 

Los más difícil para ellos, aparte de llamar a sus familias para darles la noticia, fue como comprobar que tenían un record limpio. El miedo de ser deportados en cualquier momento los comía por dentro.

Sus compañeros de encierro no hacían más ligero el peso, diciéndoles que  las fianzas para sustentar los tramiters no eran muy fáciles de conseguir. 

“Hablaban de cantidades de $30,000 a $35,000 dólares”, contó Alejandro aún con preocupación en su rostro. 

Pero ellos no estaban solos. 

Sus familias hicieron todo lo posible para que pudiesen salir. Buscaron ayuda legal y su seguidores no dudaron en poner su “granito de arena”. Usando una página de GoFundMe  recaudaron fondos y varios eventos contribuyeron para pagar sus fianzas. 

Después de dos meses de estar en el centro de detención, finalmente fueron liberados. 

Esta experiencia los marco, pero obtuvieron muchas enseñanzas. La banda aprendió a valorar la libertad, a disfrutar cada momento con su familia y a apreciar cada cosa por más pequeña que sea. 

Todos Santos está sumamente agradecido con todas aquellas personas que los apoyaron durante esta situacion – ya sean familiares, amigos o seguidores.

La banda tendrá su primer EP (extended play) disponible muy pronto. Pero por el momento, han decidido tomarse un descanso para pasar tiempo en familia. 

Pronto volverán a tomar los escenarios con la misma pasión por llevar su mensaje a la comunidad. 

Más información sobre Todos Santos está disponible en sus redes sociales. Facebook e Instagram.