Después de años dominando la escena musical internacional, artistas como Nicky Jam, Karol G y J Balvin se han debido enfrentar al riesgo del cambio.

“Sin reggetón no hay Latin Grammys”, dice una imagen que se ha vuelto viral después de ser publicada por varios artistas urbanos, criticando la falta de presencia del género en el listado final de nominados para la vigésima edición de los Latin Grammy Awards que se llevará a cabo el 14 de noviembre en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.

Los artistas han decidido criticar al evento auspiciado por Univisión por no haberles nominado en las grandes categorías. A pesar de haber quedado en los listados de música urbana, performers como Daddy Yankee están nominados tan sólo en categorías como Mejor Fusión/Interpretación Urbana o Mejor Álbum de Música Urbana, mas no en las listas fuertes como Canción del Año o Álbum del Año.

J Balvin argumentó la campaña en redes sociales como una reivindicación “a la cultura y el movimiento”, en su post en instagram.

Daddy Yankee, por su parte, declaró no estar de acuerdo con la manera en la que “trataron al género”, y que se sumaba a la crítica por razones relativas a “la cultura, credibilidad, pertinencia y respeto”.

Los grandes nombres del regguetón parecen haberse olvidado de que la música latinoamericana es todo menos monolítica.

Desde la monopolización de la industria por parte del streaming, la música latina urbana ha logrado posicionarse en la vanguardia de las tendencias sin mayores cambios durante los últimos años.

Tan sólo durante el 2017, “45 de los 100 vídeos más vistos a nivel mundial fueron realizados por artistas latinos”, según reportó la Rolling Stone. Ese número superó los 50 un año después.

Esto se debe en parte a la influencia de las playlists en el marketing musical, donde a pesar de la diversidad – desde “Baila Reggaetón” hasta “Café Con Leche” – el posicionamiento es curiosamente el mismo.

“El Reggaetón como ritmo debe agradecer a sus padres y a sus abuelos musicales que son las músicas folclóricas de Latinoamérica,” dijo el productor y músico colombiano Juancho Valencia a través de Instagram, haciendo una reflexión sobre la diversidad musical que esta vez tuvo la oportunidad de ser nominada en los premios.

Artistas como Andrés Calamaro, Vicente García y Alejandro Sanz dominan la categoría de Grabación del Año, así como Paula Arenas, Rubén Blades y Ximena Sariñana están nominados a mejor álbum del año.

Y sí, no hay ningún reggetonero entre ellos. Y ya era hora.

Desde hace algún tiempo, hemos dedicado nuestro Top 5 de Artistas Hispanos en AL DÍA a hacer precisamente el reconocimiento de músicos como Babasónicos, Bándalos Chinos, Mon Laferte, Nella y Andrés Cepeda, cuyas voces suelen ser opacadas por la mega industria del reggaetón, un movimiento y una “cultura” que parece no estar al tanto de la fuerza de su propia plataforma.

“Utilicemos toda esa energía, todo ese poder que la industria – ustedes – tienen, para transmitir lo que está sucediendo, este fenómeno tan positivo para la música”, reflexiona Valencia.

Algo de lo que pocas personas se percatan es de la liaison entre mega eventos como los Latin Grammys y el monopolio de las disqueras.

En la lista de nominados de este año, por ejemplo, un 80% de las categorías más fuertes están controladas por producciones de Sony, Universal y Warner, lo que hace que los artistas independientes y las pequeñas casas musicales tengan que esforzarse el doble para gozar de la difusión de este tipo de eventos.

Aún cuando la votación es cerrada y los comités son bastante estrictos con el proceso, queda mucho campo abierto a la especulación.

Quizás el error ha sido también mediático, donde todo el peso de la toma de decisiones de mercadeo musical se ha dejado en manos de este tipo de eventos, donde muchos confunden la decisión de un reducido grupo de personas con la apreciación universal de la música como lenguaje.