LIVE STREAMING
DIACERO, es una banda formada por Rodrigo Aboítiz en los teclados, Mauricio Clavería en la bateria, Pedro Frugone en la guitarra, Luciano Rojas en el bajo y el vocalista Ignacio Redard; siendo los cuatro primeros ex-miembros de la mítica banda chilena La Ley. Foto: DIACERO.
DIACERO, es una banda formada por Rodrigo Aboítiz en los teclados, Mauricio Clavería en la bateria, Pedro Frugone en la guitarra, Luciano Rojas en el bajo y el vocalista Ignacio Redard; siendo los cuatro primeros ex-miembros de la mítica banda chilena La…

DIACERO: el regreso de La Ley Histórica

Los miembros fundadores de la agrupación chilena han vuelto a la sala de grabación para recuperar el espíritu del rock en español.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Manteniendo el clasicismo

La gira billonaria de Taylor

El lío de los Beatles

El show de American Railroad

Murió Quincy Jones

Paul McCartney en Concierto

Payne: una triste despedida

¡Nueva obra de Mozart!

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

El fin de la década de los 80 fue un punto de inflexión en la historia latinoamericana. Mientras antiguos regímenes cedían, la escena cultural se abría a nuevas tendencias, y urgía una transformación en los lenguajes.

Particularmente en Chile, renacer después de un terrible episodio político trajo consigo la necesidad de inyectar nuevos colores en la música. Desde la generación de la Nueva Canción Chilena, pasando por agrupaciones como Los Tres, hasta llegar al eclecticismo de grupos como Los Prisioneros, el país sureño siempre estuvo presente en la industria, pero en 1988 un nuevo proyecto empezó a formarse.

Renacer de las cenizas

Conocida originalmente como La Ley, esta agrupación marcó la pauta en la nueva generación de rock en el continente, acercando el New Wave (Duran Duran, Depeche Mode, The Cure, The Smiths) a un público hispanohablante.

Durante 18 años, La Ley se transformó en el producto estrella de las disqueras latinoamericanas, especialmente con trabajos como Invisible y un MTV Unplugged, que vendió más de dos millones de copias en conjunto y les reportó tres premios Grammy.

Pero no todo es color de rosa, en especial dentro de la industria musical. La Ley vivió profundas transformaciones —en alineación, en estilos y en su relación con el público— y tras un intento de reunión, finalmente se disolvió en 2016.

Inmediatamente, los miembros fundadores de la banda decidieron volver al origen de todo y retomar los cimientos que crearon uno de los fenómenos musicales más importantes en Latinoamérica.

Rodrigo Aboítiz, Mauricio Clavería y Pedro Frugone son nombres icónicos en la historia musical del continente, y su nuevo proyecto promete “recuperar la confianza” de los fanáticos que creyeron en su visión durante treinta años.

“DIACERO es La Ley, no te voy a mentir. Somos el 90 por ciento de la agrupación original”, dice Frugone en una entrevista exclusiva con AL DÍA. “Hemos vuelto a hacer música de una manera intuitiva, tal como hacíamos en la mejor época del grupo”.

El guitarrista nos cuenta cómo esta reunión les ha devuelto a sus orígenes compositivos, y el placer de hacer música sin presiones. “Nos dimos el gusto de hacer música sin tener restricciones artísticas”, cuenta haciendo memoria de la época en la que La Ley cumplía con expectativas impuestas sobre cada uno de los integrantes.

“Aunque la gente te diga que no, cuando estás en un sello (discográfico) tienes muchas restricciones artísticas”, enfatiza. “Para las discográficas lo único importante es que suenes en la radio”.

Un nuevo nombre para la esencia original

Para estos veteranos de la música,  lanzar un proyecto bajo el fantasma de una de las agrupaciones más importantes en la historia latinoamericana es un arma de doble filo que pretenden aprovechar.

Si bien han decidido volver a hacer música como hacían “hasta el año 2000”, su sonido y su propuesta retoman lo mejor del rock original con una libertad renovada.

“El proceso de volver a conocer músicos con los que trabajaste durante muchos años es largo y profundo. Este disco nos tomó alrededor de un año completar”, asegura el guitarrista. “Pero nos ha dado la oportunidad de ir ajustando los engranajes entre todos y hoy en día estamos muy contentos, más contentos de lo que habíamos estado en años”.

DIACERO se solidificó a finales del año 2016, gracias a la invitación de Rodrigo Aboítiz (teclados), Mauricio Clavería (batería) y Frugone, junto a Luciano Rojas (bajo) y con la voz de Ignacio Redard, y su nombre hace alusión a la canción ‘Día Cero’, que aparece en el icónico álbum Invisible de 1995.

Meses después, hacen su presentación a los medios bajo el epíteto de La Ley Histórica, en un gesto por dejar en claro que son el corazón y las entrañas de la banda original.

Recuperar lo perdido

Las diferencias, sin embargo, son importantes. Los integrantes descubren un nuevo momento en la industria donde la tecnología y los medios han transformado el proceso compositivo, y que les ha permitido escribir y producir su nuevo material incluso a distancia.

“Uno de nosotros vive en México, otro en Texas, otros en Chile, y otro se divide entre España y Chile”, explica Frugone. “Algunas cosas las grabamos en México, otras en Chile y otras aquí, en Estados Unidos. Esta vez me dieron a mí el honor de ser productor del disco, aunque realmente es una coproducción”.

Esta nueva grabación es diferente en muchos aspectos, siendo uno de ellos el momento de madurez de cada uno de los integrantes así como la “eficiencia” que, según el guitarrista, es una de las ventajas de trabajar a distancia.

“Hoy en día es otra cosa. Cuando partes, estás todo el día metido en la sala de ensayo tocando y, aunque es muy lindo, es muy poco eficiente”, explica. “En el fondo los ensayos se transforman en fiesta también. Es una época de la vida que a veces no se puede sostener”.

Aunque la banda sigue reuniéndose puntualmente, pues esa energía “es necesaria para componer”, Frugone asegura que la creación de canciones ha sido la fusión de cada uno de los procesos individuales.

El guitarrista hace insistencia en que uno de los cambios más importantes que ha sufrido la agrupación ha sido la homogeneización del proceso compositivo, haciendo un guiño a una de las causas fundamentales de la ruptura con antiguos integrantes.

“En La Ley siempre componíamos juntos, pero en el año 2000 algo pasó”, dice con particular énfasis. “Aunque nosotros compusimos todas las canciones, en un momento determinado nos dijeron que los créditos eran de alguien más”.

La banda reconoce haber cometido errores “garrafales” y haber sido muy permisivos en muchas ocasiones, en especial por el éxito que estaban teniendo sus presentaciones en vivo, pero aseguran haber aprendido la lección.

“Ahora las canciones son de todos, siempre”.

En un momento de la industria musical donde la figura del cantautor pesa cada día más, el resurgir de modelos icónicos, como es el que fuera alguna vez La Ley, es muy refrescante.

Su nuevo disco Topografías es un regalo para los melancólicos de una época en la que el fenómeno del rock macional aún invitaba a sentarse y escuchar, a asistir a conciertos y a coleccionar álbumes.

“Si algo queremos hacer con este proyecto es recuperar a todos los fans hardcore de La Ley que perdimos durante todos estos años. Queremos volver al origen, y trabajaremos arduamente para lograrlo”, concluye Frugone.