El ya mítico compositor mexicano Armando Manzanero fallecía ayer en Ciudad de México por las complicaciones debidas al covid19 a las 85 años. Según informan dio positivo en coronavirus el pasado día 17 de diciembre y fue intubado cinco días más tarde, de modo que estuvo casi una semana crítico hasta que abandonó el mundo este lunes.

“Contigo aprendí que existen nuevas y mejores emociones. Contigo aprendí a conocer un mundo nuevo de ilusiones”. No se me ocurren mejores palabras que las de su famoso bolero para describir el peso y el legado que deja Manzanero a la música mexicana y latinoamericana, un prolífico padre de nuevas sensibilidades emocionales y musicales que ha diseminado su afecto y técnica en más de cuatrocientas composiciones, algunas de ellas ya absolutos clásicos.

Autor de piezas míticas como Somos novios, Esta tarde vi llover, Voy a apagar la luz o Adoro que le valieron un Grammy en 2014 la verdad es que el reconocimiento popular a su obra era indiscutible, labrado con más de treinta discos desde 1967 (Mi primera grabación) hasta 1996 (Nada personal), pasando por su archiconocido álbum de Duetos (2001). Sus letras fueron versionadas por Tony Bennett, Dionne Warwick, Alejandro Fernández, Christina Aguilera o Elvis Presley.

Armando Manzanero Canché nació en 1935 en Mérida (Yucatán), hijo de uno de los músicos fundadores de la Orquesta Típica Yucalpetén. Desde bien temprano empezó a componer y grabar sus canciones hasta que en la década de los setenta lograba fama internacional cuando Elvis Presley versionó Somos novios como It’s impossible. Durante los últimos veinte años ha acumulado todo tipo de galardones a una labor vitalicia como compositor pero también como pianista, interprete o productor. Desde 2011 eran el presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) y deja tras de sí siete hijos y catorce nietos.

Desde que se hizo pública la noticia el mundo entero ha lamentado su pérdida, especialmente en su tierra en la que fueron varios los sentidos homenajes y varios los mensajes desde el gobierno, que incluían las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador. Todo tipo de instituciones manifestaron su pésame por un artista “imprescindible” y son numerosas las estrellas que se sumaron, desde Alejandro Sanz, Pablo Alborán, Fito Paéz o Raphael.

La triste realidad es que este legado propio de las leyendas musicales, alma del romanticismo mexicano, se suma a la catastrófica cantidad de muertos que ha causado el coronavirus en México, cuarto país del mundo con mayor número total de fallecidos por el covid-19, en un dramático año en el que su país se estremece con más de un millón y medio de contagios.