El cantante español Bunbury, ex líder de la legendaria banda Héroes del Silencio, no pudo cumplir con su deseo de despedirse a lo grande de sus fans desde los escenarios. En un sorprendente comunicado lanzado en la madrugada del domingo 15 de mayo, el cantante anunció la suspensión del “El último tour”, su gira final que había programado en EE.UU y España.

Tras realizar únicamente dos actuaciones en territorio estadounidense, sus dolorosos problemas de garganta le obligaron a tomar la decisión más tajante. Decenas de miles de fans se quedarán con las ganas de escuchar por última vez hits como “El extranjero”, “Alicia”, “El viento a favor”, “Lady Blue” o “El club de los imposibles”.

En febrero, escribió un extenso comunicado durante su gira por México, explicando el motivo de sus dolencias en las cuerdas vocales. Entonces, precisó que los conciertos que tenían pendientes hasta setiembre de 2022 serían los últimos de su carrera. Desgraciadamente, no pudo cumplir con su voluntad.

“Desde el momento que salgo de mi casa y comienzan viajes y shows, un compendio de síntomas y dolores me acompañan desde la mañana hasta el momento de subirme a un escenario. He escuchado diferentes nombres y diagnósticos. La realidad es que mi garganta se cierra e irrita, y mis vías respiratorias dificultan el más leve ejercicio y la ejecución de mi trabajo”, escribió. Lo que antes era un placer y un deleite, se ha convertido en “una inmensa fuente de dolor y sufrimiento”.

Nacido en Zaragoza hace 54 años, Bunbury pasó casi toda su vida dedicado a la música. Y al inicio del tour de despedida, todo parecía ir sobre ruedas. Los primeros shows en Atlanta y Nueva York “fueron fabulosos, tanto por parte del público como por nuestra parte, creo poder afirmar con cierto orgullo”. Pero las buenas sensaciones duraron poco.

Pese a haber programado los conciertos con suficiente margen de descanso, cuando se desplazó a Chicago se dio cuenta que ya no daba para más. Su última frase sobre el escenario del teatro Kings de Brooklyn fue “no se olviden de nosotros, hasta siempre”. Los más de 3.300 asistentes no daban crédito a sus palabras, que hacían presagiar que Bunbury ya no actuaría en vivo nunca más.

Con profunda tristeza y frustración, el zaragozano no quiso seguir usando el recurso de las postergaciones. Desde su gira en 2015-2016, las anulaciones de conciertos fueron una constante. Con el parón forzado de la pandemia, Bunbury sintió energías renovadas para retomar su actividad, pero se comprobó que era una tarea imposible.

“Mis problemas con la garganta y la respiración se acrecentaron, y lo que pensaba que iba a estar controlado, está completamente fuera de mis manos y deseos. Con todo el dolor de mi corazón me toca adelantar lo que ya veía inminente. Me es imposible hacer más conciertos”, escribió el cantante.

Quienes compraron entradas a sus shows deberán conformarse con la devolución del importe pagado, y esperar que se cumpla la promesa de Bunbury, que aseguró que seguiría componiendo música y poesía. La gran incógnita es si sus maltrechas cuerdas vocales le permiten volver a entrar a un estudio de grabación con suficientes garantías.