¿Qué es reggaetón? ¿Qué no lo es? ¿De dónde viene? ¿Puerto Rico o Panamá? Si el reguetón es el nuevo pop, ¿qué es el trap? ¿Cuáles son las claves de su industria? ¿Cómo ha afectado a ésta la pandemia? ? ¿Es el reggaetón un género ‘machista’ o este calificativo podría aplicar también para todas las otras músicas de la historia, como la ópera? 

En 'Reggaetón. Una revolución latina' (Liburuak), el periodista argentino Pablito Wilson ofrece una aproximación pionera, tan rigurosa como entusiasta, a la historia y sociología del género musical urbano por excelencia; que lo conecta con otras músicas como el reggae y el hip hop, el pop, el rock, la salsa, el bolero; y con temáticas vigentes que exceden (o no) al reggaetón; la vida en las calles, las rivalidades artísticas, el revolucionario papel ocupado por las mujeres en la actualidad, la industria donde circula la música y desde luego, las raíces. 

El orígen del género, como explica Wilson en su libro, se remonta a 1990, cuando el cantante de reggae jamaicano Shabba Ranks publicó la canción “Dem Bow”, desatando el interés en algunas islas caribeñas que en ese momento deseaban construir una identidad propia. 

“En el reguetón fueron los puertorriqueños los que tomaron el dembow y construyeron un género musical a partir de ahí. Según muchos de ellos, Tego Calderón es la primera persona que propulsa este estilo fuera de la isla, hasta que llega Daddy Yankee y lo cambia todo”, explicó el escritor, nacido en Argentina en 1985, en una entrevista reciente con Efe.

Uno de los objetivos del libro ha sido cuestionar los prejuicios existentes contra este género, que ponen en duda su calidad musical o lo acusan de machista. 

“Hay una visión de virtuosismo que provoca un componente de prejuicio hacia el reguetón, una cierta soberbia, porque el talento puede aplicarse de muchas maneras”, dijo Wilson en otra entrevista con La Vanguardia. 

En el libro, Wilson explica que el reguetón empezó como parte integrante de la identidad cultural boricua. A  principios de los noventa no era un género comercial, era música estigmatizada porque se cantaba y consumía en los caseríos (viviendas públicas destinadas a las clases desfavorecidas) y la bailaban colectivos marginalizados. En cuestión de tres décadas, ha pasado a convertirse en el género más consumido en España, el tercer país consumidor de reguetón del mundo, después de México y Estados Unidos.

Las primeras canciones de éxito llegaron a finales del 2000 con los llamados cantantes de la primera ola, como Daddy Yankee o Don Omar.

“Algunos cantantes cometieron errores en aquel momento en cuanto a la imagen de la mujer, pero creo que el contenido de las canciones ha cambiado porque la sociedad está avanzando”, dijo Wilson a La Vanguardia. 

Por otro lado, la pandemia también trajo consigo una nueva forma de escuchar la música y disfrutar de ella. “Muchas personas se refugiaron en la música y en el reguetón. También la pandemia afectó a muchos artistas, como Karol G, que sacó el mayor hit de su carrera, Tusa, pero que se frena porque llegó la pandemia. Entonces, la gente no se puede reunir de fiesta en casas y las visualizaciones no se propulsan como lo hubiera hecho normalmente”, dijo el periodista a Efe.

Wilson insiste en que debe el ser el lector quien juzgue si las letras de las canciones están bien o mal, su libro es solo un intento de cambiar la mirada estigmatizada que se tiene sobre este género. “Busco que sirva para lo que los lectores quieran, que si van a criticar el reguetón lo hagan con fundamentos, que si son padres entiendan mejor lo que están viviendo sus hijos. Para romper las reglas tienes que conocerlas antes”, dijo a Efe.