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El compositor Anthony Davis. Photo: Eduardo Contreras
El compositor Anthony Davis. Photo: Eduardo Contreras

Una ópera sobre el famoso caso de “The Central Park Five” gana el Pulizer de la música

Fue uno de los casos de injusticia racista más sonados de los 80’. Ahora el compositor Anthony Davis vuelve a resarcir a estos cinco muchachos con uno de los…

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En el Antiguo Egipto se confería tal poder a la palabra que pronunciar el nombre de un faraón equivalía a revivirlo; por eso borrar un nombre era sentenciarlo a la desaparición

En nuestra moderna cultura ocurre un poco lo mismo, cuantas más veces se recuerde un hecho o una persona, más presente sigue. Lo que en algunos casos nos ayuda, si somos listos, a no cometer los mismos errores, sobre todo cuando aquello que ocurrió nos avergüenza sobremanera. 

Los Pulizer de este año han honrado al poder mágico de la palabra para señalar las injusticias raciales, la violencia y los agujeros del sistema al premiar obras que cumplen una enorme función social.

Pero la palabra cantada y musicada también tiene su poder mágico. Como demuestra que el compositor Anthony Davis haya conseguido el Pulitzer Prize de la Música este año por The Central Park Five, una ópera basada en uno de los casos de injusticia racial más sonados de finales de los 80’ cuyas víctimas sólo fueron compensadas hace unos pocos años.

A estas alturas es probable que hayan escuchado hablar del caso; es difícil pasear por Central Park y que hasta la sombra de los árboles no nos lo recuerde. 

La runner de Central Park

Sucedió la noche del 19 de abril de 1989, cuando una joven de 28 años, Trisha Meili, fue abusada mientras corría por Central Park; otras ocho personas también sufrieron ataques. 

En aquel entonces se dijo que había sido cosa de una treintena de adolescentes, de los que arrestaron a 10 sospechosos; entre ellos, cuatro afroamericanos y un par de muchachos hispanos a los que acusaron de robo, violación e intento de asesinato. Aunque confesaron en los interrogatorios -sin que mediase un abogado-, más tarde se declararían inocentes.

A pesar de que no encontraron el ADN de ninguno de ellos en la escena del crimen ni en la violación de Meili, fueron condenados en 1990 a sentencias de entre 5 y 15 años de cárcel. 

"Podemos hacerla nuestra, hacerla servir a nuestros propósitos y servir al propósito de contar nuestras historias", Anthony Davis. 

Una década después, un asesino y violador en serie condenado a cadena perpetua, Matías Reyes, confesó haber violado a la corredora y los análisis forenses lo confirmaron; sin embargo no pudo ser procesado.

Se anularon las condenas de los cinco hombres en 2002, pero hasta 14 años después no obtuvieron ninguna compensación, cuando el estado de Nueva York tuvo que pagarles 3,9 millones de dólares por discriminación racial y enjuiciamoento malicioso.

El juglar de las injusticias

Anthony Davis vivía en Nueva York cuando tuvo lugar el caso. Pasaron 30 años hasta que empezó a trabajar en The Central Park Five al caer en sus manos el libreto de Richard Westley

No obstante, pensó Davis, ¿cómo lograr que algo tan tradicionalmente aristocrático como la ópera no sólo interese a la ciudadanía, sino que tenga un fuerte calado social?

"La ópera a veces es desagradable para nuestra comunidad", dijo Davis a The Times en 2019. "Podemos hacerla nuestra, hacerla servir a nuestros propósitos y servir al propósito de contar nuestras historias".

Incluir al Presidente Trump cantando sobre la pena de muerte e inspirarse en grupos de hip hop como Public Enemy fueron algunas de las cosas que hicieron de esta ópera un verdadero ejercicio de arte político. 

Ahora el compositor, cuya obsesión siempre fue contar la historia de las personas racializadas y las injusticias vividas -su opera prima fue X: The Life and Times of Malcolm X , que se estrenó en 1986-, planea trabajar en dos obras más, entre ellas una sobre las secuelas del tiroteo masivo de 2015 en la iglesia Mother Emanuel AME de Charleston a manos de un supremacista blanco.