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Cuban activist and playwriter Yunior García. GETTY IMAGES
Cuban activist and playwriter Yunior García. GETTY IMAGES

La Revolución hizo metástasis

El dramaturgo cubano Yunior García, exiliado en España desde 2021, quiere convertir la cultura en el motor de cambio de la isla

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El tuit que Yunior García tiene fijado en su Twitter desde marzo de 2019 dice así. “Estoy convencido de que es más fácil encontrar la verdad de un país en la creación de sus artistas que en los discursos de sus políticos”.  Por ahora, no tiene ninguna intención de borrarlo. 

“Y es que es algo que yo creo. Cuando hay un suceso en alguna parte del mundo, lo primero que me pregunto no es qué están diciendo sus políticos, sino qué están pintando sus artistas, que poesía están haciendo, que obras de teatro se están produciendo… Esta subjetividad del artista está más cerca de la realidad de sus países que la que dicen los políticos”, explicó este joven dramaturgo y activista cubano exiliado en España en una charla reciente en Casa America Barcelona. 

García (Holguin, 1982) , fue uno de los  principales impulsores de las protestas que agitaron Cuba en julio del año pasado para exigir elecciones libres y la libertad de los presos políticos, además de protestar contra el gobierno de Díaz-Canel debido a la crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19, la escasez y el racionamiento de alimentos y medicamentos. Al ver amenazada su libertad, Garcia decidió exiliarse a Madrid, donde vive desde el año 2021.

Según García, el gobierno cubano está en “franca decadencia en todos los sentidos”. “No se trata de preguntarse si va a caer o no el régimen cubano, sino de saber cuándo”, añadió el dramaturgo, quien posteriormente, el 15 de noviembre de 2021, lideró, encabezando al colectivo de artistas e intelectuales Archipiélago, la convocatoria de la llamada Marcha Cívica por el Cambio, otra protesta para exigir libertades que el gobierno declaró ilegal y una “provocación desestabilizadora”. 

Ese día, la casa de García amaneció sitiada, al igual que las de otros líderes opositores y periodistas. Otros tantos fueron detenidos al salir de sus casas para manifestarse. García decidió exiliarse.

“La respuesta del régimen demuestra una vez más que no existe en Cuba el estado de derecho, que no están dispuestos a respetar ni siquiera su propia Constitución y que violan los derechos humanos de los cubanos", respondió el grupo a través de sus redes sociales.

Dedicado al teatro desde joven, García está convencido de que Cuba es el ejemplo de cómo los artistas e intelectuales son la clave para entender el futuro de la isla. “El político simplifica sus mensajes para llegar a las masas, el artista hace todo lo contrario. Lo complica, lo quiere llevar más allá, incluso dentro de sí mismo. Ahondan en las preocupaciones y contradicciones de lo humano”, dijo.

El poder de las redes sociales

Esta dicotomía intelectual, políticos por un lado e intelectuales por otro, existe desde siempre. 

Ahora, gracias a las redes sociales, los segundos tienen un canal para sacudir a toda la sociedad cubana. “Antes teníamos solo televisión y periódicos. Ahora, con internet en sus teléfonos, los artistas y todo el mundo tienen mucho que ganar”, dice.

García pone como ejemplo dos fenómenos que ayudaron a convertir  las protestas de julio en multitudinarias. En primer lugar, el éxito de la canción “Patria y vida” en YouTube,  que se convirtió en una especie de símbolo contra la dictadura cubana. “Patria y vida”, de los músicos Yotuel Romero y Descemer Bueno, el dúo Gente de Zona y los raperos Maykel Osorbo y El Funky, es una crítica abierta al régimen cubano y al adoctrinamiento en la isla. Llegó a tener más de 72 millones de visualizaciones en la red social. 

En segundo lugar, los tuits contra el régimen de Díaz-Canel de la actriz porno Mia Khalifa, muy popular entre los jóvenes cubanos. 

 “¿Cómo es que tienen dinero para estas tropas, pero no para jabón en los baños de los hospitales? No en el hospital de turistas, sino el de sus ciudadanos. Sabemos que el hospital de turistas está en perfecto estado”, denunció la actriz en un tuit durante las revueltas de julio.

De artista a ciudadano

El espíritu activista de García empezó hace unos años, cuando decidió “pasar de ser artista a ciudadano”. A lo largo de su carrera como dramaturgo hizo caso a sus maestros, que le aconsejaban que si quería ser crítico con el régimen, lo hiciera a través de los personajes de sus obras, como el caso de Sangre (2008), aparece una dama de blanco con discurso crítico. “A mí me permitieron hacer teatro sin demasiada censura, salí 17 veces de Cuba, el teatro no tiene un alcance masivo. Pero al llegar a televisión me encontré con una censura mayor. Cuando un día me cansé de estar escondido detrás del personaje de artista para ser yo mismo el que hablaba, como ciudadano, mis maestros me dijeron “has cruzado la línea”, ya no te podemos proteger”, explicó.  

Desde su exilio en España, García no se corta a la hora de comparar el régimen cubano con una secta fundamentalista, como el régimen de Irán, con la desventaja de que ellos no cuentan con ningún líder. “No hay forma de que puedan recuperarse porque ni siquiera tienen un líder, hechicero que con su demagogia pueda seducir a la sociedad. Castro era eso, pero ahora no está. Hoy en día el gobierno se rige por un sistema de cuadros, suben no los más talentosos, sino los más obedientes. Son todos mediocres. Para mí está claro, la revolución hizo metástasis:  la pregunta no es si va a caer o no, sino cuándo va a caer”, concluye.