El Texas Latino/a/x Contemporary Dance Festival disponible on-line hasta el sábado es una iniciativa original que se centra en las identidades y perspectivas latinxs a través de once obras de coreógrafos latinxs de Houston.

La idea era contrarrestar tanto la falta de diversidad en el mundo de la danza como tratar de impulsar su conservación tras el duro batacazo que ha supuesto para salas y festivales la pandemia.

Las once obras fueron grabadas específicamente para este festival y han sido editados en forma de concierto de sesenta minutos disponible en la web del Midtown Arts & Theater Center Houston.

El festival es una iniciativa de Pilot Dance Project que incluye obras de los coreógrafos Roberta Cortes interpretada por Group Acorde, Adam Castañeda, Paty Solorzano, Joel Aguilera o ALAS Dance Company.

Estará disponible hasta el sábado y hoy habrá una sesión presencial en el P.E.T. Outdoor Theater seguida de un turno de preguntas y respuestas.

Su finalidad general es la de proporcionar una plataforma en la que latino/a/x/s puedan mostrar sus perspectivas sobre el baile y por ello esperan que el festival pueda seguir creciendo e inspirando tanto artistas como a la audiencia.

Adam Castañeda, coreógrafo del festival, señala en una entrevista para Houston Public Media que a los coreógrafos de color les falta representación y apoyo institucional, así como a los bailarines, motivo por el que hace cuatro años empezaron a pensar en esta iniciativa.

“Si se observa el panorama de los bailarines -bailarines modernos, bailarines contemporáneos en Houston- hay rostros latinos muy visibles en el reparto. Pero cuando hablamos de artistas de color, especialmente de artistas de danza de color, muchas veces la motivación no es participar en el trabajo de otro”, contaba Adam.

Añadía posteriormente la que cree debe ser la respuesta: “Creo que es muy importante que los artistas de la danza de la comunidad latina, si quieren tener esa oportunidad, salgan del espacio de ensayo con su propia voz autónoma como creadores”. El festival es un modo de apoyarlos económicamente.

También muestran otra cara sentimental, dañada doblemente por la marginalidad de la gran industria y por los catastróficos efectos que en salas y festivales ha tenido la pandemia, por eso con otro tono añade: “Voy a ser honesto, gran parte de lo que estoy haciendo es impulsado por la ira, es impulsado por el resentimiento, es impulsado por el hecho de que, sí, hay tantas desigualdades cuando se trata de personas latinx, bailarines en general, coreógrafos en general. Todo mi mundo está, ya sabes, bajo ataque".

Tal vez pueda la danza convertirse en un contraataque.