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J. Posadas, ¿optimista salvaje de la revolución o catastrofista extremo? 
J. Posadas, ¿optimista salvaje de la revolución o catastrofista extremo? 

UFOs y revolución: La loca historia de las galaxias socialistas de J. Posadas

Trotskista legendario por sus delirantes ideas sobre alienígenas comunistas, fue tanto enemigo de Castro como de los chistes. Su movimiento, el “posadismo”, ha…

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Pedro & Daniel

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El argentino J. Posadas -su nombre real era Homero Cristalli, “Posadas” fue más bien el ente colectivo al que dio vida- es un personaje muy reconocido en la memesfera desde 2010, cuando empezaron a circular todo tipo de memes sobre sus ideas más pintorescas acerca de la utopía comunista, sobre todo en relación a los OVNIS en los que Posadas, como buen argentino, no sólo creía sino que además estaba convencido de que eran la prueba de que existían civilizaciones más avanzadas que la nuestra en el espacio exterior. Eso sí, de corte socialista. Extraterrestres revolucionarios. 

Sin embargo, para A. M Gittlitz, autor de I Want to Believe: Posadism, UFOs and Apocalypse Communism, más allá de las delirantes profecías del líder de un movimiento a quienes los propios trotskistas consideraron un chiflado, la vida e ideas de Posadas no sólo nos refieren a la historia más trágica del socialismo en Latinoamérica sino que está más de actualidad que nunca en una época como la nuestra, donde la incertidumbre ha dado lugar a todo tipo de conspiraciones y a un catastrofismo salvaje.

Después de conocer su historia, tal vez quieran como yo que Netflix produzca un documental sobre su delirante utopía que sigue viva en las guerras de Internet

Así empieza la loca historia de las galaxias en clave socialista.

UFOs comunistas

A J. Posadas se le toma a menudo como un asceta siniestro. Antes de ser activista político quiso ser futbolista, y antes de eso era sólo un chico pobre y huérfano con nueve hermanos que vivió la desnutrición y la mendicidad en Argentina. Por este motivo, dice Gittlitz, le quedó la idea de que había que ser austero para combatir el capitalismo

Tanto que tras entrar en el Partido Socialista de los Trabajadores, en su rama trotskista, algunos de sus compañeros empezaron a considerarlo un maníaco. Sobre todo porque conforme ascendía escalafones en el partido sus singulares rutinas se impusieron. Entre ellas, la idea de que el sexo no reproductivo no tenía cabida en la lucha socialista y que el deseo sexual se desvanecería, al igual que los chistes, tras la revolución gracias a la tecnología.

El ensayo sobre UFOs marxistas del argentino, "Flying Saucers", se publicó en 1968 en español y en 2012 en inglés. 

Pero entre todas las locas teorías que se le reconocen hubo una que no fue suya, sino de Dante Minazzoli -la otra mitad de ese ente llamado “Posadas” y el principal creyente en la vida en otros planetas-. Con Minazzoli, el todavía Homero Cristalli fundó un pequeño círculo trotskista en Argentina en los años 40 -época del incidente de Roswell y en la que se reportaron muchísimos avistamientos ovnis- y juntos empezaron a abordar la hipótesis extraterrestre. Dos décadas más tarde, cuando los trotskistas le negaron el liderazgo de la Cuarta Internacional, Posadas encendió mecha a su moral revolucionaria y escribió su ya famoso ensayo sobre comunismo intergaláctico -una utopía socialista en las estrellas que avecinaba que llegaría a la Tierra; los UFOs eran la prueba. 

El polvorín latinoamericano

Aunque los posadistas argentinos tuvieron un papel relevante en la Revolución Cubana, lo hicieron más como partidarios del Che que de Fidel, quien, sobre todo tras la invasión de Bahía de Cochinos, reprendió duramente a los trotskistas. Estos últimos no estaban de acuerdo con la postura radical de Cuba respecto a Estados UNidos -la URSS era partidaria de una “coexistencia pacífica”-. De hecho si en algo coincidían Posadas y el Che era en que la guerra nuclear podía ser “un mal necesario” para destruir el capitalismo y comenzar su nueva utopía comunista. 

“(Los posadistas) Veían el concepto de ‘guerrilla’ del Che como una variante tercermundista del consejo obrero soviético y Posadas experimentó con esta idea en Guatemala, donde se convirtió en la figura ideológica de los rebeldes del MR-13, animándoles a formar consejos campesinos revolucionarios armados”, dice A. M Gittlitz.

Y añade: “Cuando Guevara renunció al gobierno y desapareció, los posadistas escribieron que Castro lo había matado”, sin embargo, su cadáver apareció un año más tarde en Bolivia y Posadas lo calificó de “falsificación”.

De secta a meme

Las cosas empezaron a tomar un cariz aún más mesiánico y sectario en los 70’. J. Posadas tuvo que exiliarse a Roma huyendo de la represión uruguaya y fue durante este exilio cuando su utopía se forjó de una manera real. Sus seguidores -la mayoría, apunta el autor, tan siquiera habían leído a Marx- se convirtieron en acólitos y los textos de J. Posadas se volvieron revelaciones apocalípticas que hablaban sobre el advenimiento de una nueva sociedad en la que incluso los delfines tendrían un papel protagonista, ya que se impondría la socialización delfín-humano. 

Si bien en su día la Cuarta Internacional Posadista llegó a tener más de 15 partidos miembros en todo el mundo, ahora sólo quedan unos pocos seguidores y un sólo partido, el Partido Obrero Revolucionario de Uruguay.

"Una forma de leer los memes posadistas, en ausencia de una potencial guerra mundial entre el comunismo y el capitalismo, es que ‘estamos jodidos, dejen las armas nucleares, terminen de una vez’”

La mayoría de socialistas dirán de Posadas que fue un chiste en sí mismo, un ridículo absoluto, cuando no un guiñol del pasado. Pero su sombra se proyecta desde aquel lejano exilio romano, donde murió en 1981, a Internet.

Hace unos diez años empezaron a circular memes por la red con sus ideas sobre la ansiada catástrofe nuclear que destruiría el capitalismo o su excéntrico idilio con los delfines; incluso se tradujo al inglés su ensayo sobre los UFOs trotskistas en 2012. Un fenómeno que ha producido, según Gittlitz, que el personaje de Posadas rivalice en popularidad con el del propio Trotsky en la búsquedas de Google. Pero, ¿por qué?

 “Los jóvenes izquierdistas de hoy se encuentran entre un siglo de contrarrevolución y un futuro que parece destinado a continuar hundiéndose lentamente en la distopía”, concluye el escritor, que se había propuesto escribir una trilogía sobre sectas illuminati con el posadismo de trasfondo y al final la vida superó a la ficción. "Una forma de leer los memes posadistas, en ausencia de una potencial guerra mundial entre el comunismo y el capitalismo, es que ‘estamos jodidos, dejen las armas nucleares, terminen de una vez’”.