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Palacio da Pena en Sintra
Palacio da Pena en Sintra / Getty

Sintra, La ciudad de cuento portuguesa

Sintra estuvo a punto de convertirse en ruinas después del gran terremoto de 1755, pero hoy es Patrimonio de la Humanidad

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“Érase una vez…” sería el perfecto inicio para describir una visita a Sintra, una ciudad de cuento a escasos kilómetros de la capital de Portugal, Lisboa. Los colores de sus fachadas estallan a lo largo de todo su casco antiguo. Vamos de visita a un lugar bucólico que gira alrededor del Palacio da Pena y la Quinta da Regaleira. 

Entre la arquitectura se cuela también la naturaleza, creando un entorno tan mágico que la UNESCO lo catalogó como Patrimonio de la Humanidad ya en 1985. El clima fresco propició que la familia real portuguesa se alojara Sintra durante el verano, atrayendo con ella a la nobleza que construyó otros preciosos palacios alrededor de la residencia monárquica. Así que si se está valorando un viaje a Lisboa, forma parte de los deberes una visita a Sintra, aunque sea en el día desde la capital. 

Palacio da Pena

Es sin duda el lugar más visitado de Sintra, de estilo romántico. El edificio parece flotar sobre peñascos y nos traslada a un mundo onírico con su combinación de colores y estilos arquitectónicos mezclados. En la época, la burguesía portuguesa tenía una obsesión con lo exótico, que reflejaba en los jardines y miradores. 

El Palacio posee unas preciosas vistas a la sierra de Sintra. Se erigió sobre una antigua ermita que veneraba a Nuestra Señora de Pena, a la que debe su nombre el conjunto. Estuvo a punto de convertirse en ruinas porque después del gran terremoto de 1755, que afectó mucho a la estructura, se extinguieron las órdenes religiosas que cuidaban el espacio hasta que lo compró el rey Fernando II en 1836. 

Quinta de Regaleira

Augusto Carvalho Monteiro, un alquimista y millonario, levantó esta maravilla con el arquitecto italiano Luigi Manini. A finales del siglo XIX se unieron para sorprender con un palacio al que acompaña uno de los jardines más bonitos del mundo, con cuevas subterráneas, cascadas y pozos. 

Quienes lo han visitado aseguran que la magia del lugar es tal, que sus símbolos pueden llevar a un trance casi místico. Un conjunto de monumentos entre túneles juega con la luz. En el norte de sus jardines se encuentra el Pozo Iniciático, con nueve pisos en espural que simbolizan los nueve círculos del infierno o el paraíso de la Divina comedia de Dante Alighieri. 

Cuándo ir

Sintra es estupenda en cualquier época del año, aunque conviene evitar la temporada alta -de julio a septiembre- para no coincidir con colas interminables de turistas y los fines de semana.