Con un llamado a "ser pacientes y tener cuidado", el congresista Luis V. Gutiérrez (D-IL) y grupos pro-inmigrantes anunciaron hoy una campaña informativa nacional sobre los alcances de la nueva política de deportaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

El primer foro educativo se realizará el sábado 10 de septiembre en la secundaria Benito Juárez, del suroeste de Chicago, momento en que Gutiérrez podrá trasmitir información de primera mano que espera obtener la próxima semana en un encuentro con John Morton, director de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

"Por el momento nadie sabe nada más de lo anunciado, aunque es algo bueno y positivo", dijo Gutiérrez en conferencia de prensa en Chicago.

Al referirse al anuncio del DHS de que se revisarán los casos de 300.000 personas en proceso de deportación dijo que "no es todo lo que aspiramos, pero sí una herramienta que ayudará mucho".

Según las nuevas directrices trasmitidas a las oficinas de ICE, las personas sin antecedentes criminales graves, con familiares inmediatos que sean ciudadanos estadounidenses o que hayan vivido en el país desde temprana edad serán consideradas casos de baja prioridad y saldrían de la lista de deportación.

Pero Gutiérrez advirtió que no se trata de una amnistía o de un programa de legalización al que puedan inscribirse los indocumentados.

Dijo que Inmigración continúa con su trabajo de siempre y en particular se mantienen los polémicos programas Comunidades Seguras y 287g donde las detenciones realizadas por la policía permiten que ICE tome contacto con indocumentados encarcelados por delitos menores.

"Tengan cuidado con los abogados inescrupulosos que puedan ofrecerles la solución mágica, y sobre todo nada de entregarse a las autoridades pensando que luego podrán solicitar el permiso de trabajo", agregó.

El congresista dijo que la comunidad, ansiosa por regularizar su estatus migratorio, tiene que ser paciente y tener cuidado para no ser víctima de los rumores y falsas promesas.

Según los activistas, la campaña informativa se iniciará en Chicago como reconocimiento a la resistencia contra los abusos realizada desde esta ciudad y luego se extenderá a todos los Estados Unidos.

Joshua Hoyt, director ejecutivo de la Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados, donde se realizó la rueda de prensa, dijo que la nueva política es resultado de la campaña en reclamo del fin de las deportaciones y de la separación de familias.

"El presidente (Barack) Obama escuchó finalmente nuestros reclamos y demostró que tiene un poder discrecional inmenso para actuar en materia de inmigración", dijo.

"Al fin algo racional después de un millón de deportados", agregó.

En el acto estuvieron presentes familias que podrían beneficiarse de la nueva política, como una estudiante de 18 años graduada de la secundaria y en camino a la universidad a pesar de ser indocumentada.

"Gracias presidente Obama, aunque sabemos que usted puede hacer mucho más por nosotros", dijo Giselle Hernández, quien se considera una "soñadora" o posible beneficiaria del Dream Act actualmente estancado en el Senado.

El soldado especialista Héctor Núñez, de la reserva de la Guardia Nacional, agradeció a Obama como "comandante en jefe", el haber permitido que su esposa Rosa regresara a Chicago desde México con su hijo enfermo a fines de diciembre.

Dijo que la nueva política permitiría que su esposa, que obtuvo una visa humanitaria de un año después de haber sido deportada por haber ingresado ilegalmente dos veces a los Estados Unidos, espere una reforma migratoria que permita su legalización.

Gutiérrez dijo que la comunidad debería considerarse victoriosa y celebrar, "después de tantas noticias negativas".

"Todos los que salían de la Casa Blanca después de reunirse con el presidente, desde artistas a congresistas, decían que no se podía hacer nada, que había que esperar la acción del Congreso", dijo.

"Pero la realidad demuestra lo contrario y nos alienta a seguir luchando por la solución final que será la reforma migratoria", afirmó.