Cientos de jóvenes indocumentados de
Los Ángeles realizaron el martes una ceremonia simbólica de graduación
para pedir la aprobación de la ley Dream Act que les permitiría
continuar estudios universitarios, así como regularizar su estatus.

Durante la ceremonia, que simultáneamente se realizó en otros
estados y Washington DC, los jóvenes con togas y birretes destacaron
sus logros académicos y pidieron la solidaridad del presidente
Barack Obama y los legisladores para poder acceder a la educación
universitaria y al ejercicio profesional.

"Crecí aquí creyendo que era 'normal' y no fue sino hasta
Preparatoria que me enteré de mi situación", explicó a Efe Nancy,
una joven mexicana de 22 años quien fue una de los oradores del
acto.

"Fue cuando mi mamá me explicó que yo no nací aquí y que eso
significaba que no tengo ayuda del estado ni el gobierno para mis
estudios", contó Nancy, quien en ese momento pensó, "Si la
universidad no es para mí entonces ¿qué voy hacer?".

"Me deprimí un poco pero luego pensé que mi mamá no se había
sacrificado tanto para hacerme la vida más difícil: ella vino aquí
para que mi vida fuera mejor", añadió la joven que hace una semana
se graduó en sociología y educación de la Universidad de California
Los Ángeles (UCLA) y ahora piensa continuar con su maestría.

El Dream Act, que fue presentada ante el Senado y la Cámara de
Representantes el pasado 26 de marzo, permitiría que alumnos
indocumentados, graduados de preparatoria en EEUU, con "buen
carácter moral" y que hayan vivido en el país en forma continua por
al menos cinco años tengan la oportunidad de obtener una residencia
permanente condicional.

Según el proyecto de ley, los estudiantes obtendrían una
residencia temporal durante seis años, tiempo durante el cual deben
realizar estudios universitarios y obtener al menos un grado de dos
años o prestar servicio militar por dos años, como requisito para
recibir la ciudadanía posteriormente.

"En varios estados de la nación los estudiantes se están
graduando hoy simbólicamente en eventos como éste para mostrar que
van a recibir licenciaturas y no las van a poder usar en el país
legalmente porque no tienen un estatus migratorio", señaló a Efe
Fabiola Insulza, promotora de la ley entre estudiantes de UCLA.

Marla Ramírez comenzó como estudiante del Colegio Comunitario
Cerritos y de allí se trasladó a UCLA donde terminó una licenciatura
en Literatura Mundial en Español e Inglés.

"Ahora estoy estudiando el doctorado en la Universidad de
California Santa Bárbara y la semana pasada me gradué de maestría,
porque es un programa doble", explicó la joven de 25 años nacida en
Michoacán y quien llegó a los 13 años a EEUU.

Aunque está siguiendo un proceso de legalización, su caso se
retrasó al cumplir los 21 años, "y ahora tengo que esperar 10 años
para poder ser residente y no puedo solicitar becas para mis
estudios y tampoco puedo salir del país para realizar
investigaciones", anotó Ramírez, quien señaló que eso la hace menos
competitiva profesionalmente.

"Por eso mi deseo es que se apruebe el Dream Act para poder
contribuir plenamente con mi investigación a la academia y al
mundo", agregó.

Durante el evento se destacó la difícil situación de estos
universitarios que cuentan con pocos recursos económicos y que
muchas veces tienen que trabajar para pagar sus estudios, lo que los
lleva a demorarse mucho que la media para graduarse.

La legislación de California permite que los estudiantes
indocumentados que hayan atendido preparatoria durante tres años y
se hayan graduado en escuelas del estado, paguen por sus estudios en
las universidades públicas el mismo valor que los residentes. Sin
embargo no son elegibles para becas estatales.

"He tenido que buscar becas privadas disponibles y trabajar para
pagarme mis estudios; he pedido donaciones, he hecho venta de flores
para el Día de San Valentín y estoy en este esfuerzo desde que tenía
13 años", finalizó Ramírez.