García dice que su hijo de 25 años fue deportado a México el año pasado después de ser arrestado por la Policía de Filadelfia por amenazar a un amigo que se había negado a pagarle un préstamo. 

Según la madre su hijo es inocente. Nunca tuvo oportunidad de comprobarlo. 

Una vez que lo arrestaron su información y la de su caso se entregó instantáneamente a agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) quienes determinaron que era un inmigrante indocumentado y lo sacaron de Estados Unidos. 

El joven había vivido en Estados Unidos desde que tenía dos años. No tiene recuerdos del lugar en el que nació. Aún así ahí regresó.   

"Antes de enviar a alguien a ICE deberían de investigar el caso", dijo Garcia mientras sus ojos se llenan de lagrimas al al recordar el día del incidente que sucedió un día después del Día de las Madres. "Pensé que no podían deportar a mi hijo porque es inocente".  

Este no es un caso aislado. En los últimos años cientos de inmigrantes indocumentados que han estado en contacto con la Policía de Filadelfia por ofensas menores o en su defecto ninguna ofensa terminan rápidamente en manos de ICE y luego son deportados.   

No se suponía que sería de esa manera. El programa Comunidades Seguras supuestamente estaba dirigido a inmigrantes ilegales juzgados y sentenciados por crímenes serios. 

Sin embargo, en Filadelfia, tres de cada cinco inmigrantes que han sido deportados bajo el programa de Comunidades Seguras han sido clasificados como "no criminales", una vaga etiqueta que significa que nunca han sido juzgados y sentenciados por algún crimen. Estos puede significar que fueron arrestados por ofensas menores como intoxicación pública, conducta desordenada, comprar una cantidad muy baja de droga o alguna otra ofensa menor, después son deportados sin ningún juicio. 

He aquí las cifras exactas: 

De acuerdo con datos de ICE, 238 de 241 sospechosos de Filadelfia transferidos de la Policía de Filadelfia a ICE entre el 27 de octubre del 2008 al 28 de febrero del 2011 nunca fueron juzgados por un crimen, una de las cifras más altas bajo el programa de Comunidades Seguras en el país. Otros 86 fueron clasificados por ICE como ofensas en el nivel 2 o 3 y otros 97 fueron acusados de realizar ofensas en el nivel 1, los cuales representan los crímenes más serios. 

Además, ICE también remueve un número no determinado de inmigrantes indocumentados de otras formas: Denuncias de vecinos, quejas de comerciantes, redadas en negocios y redadas en donde ICE busca a una persona en especifico y arresta a muchos otros.   

Pero la relación entre la Policía de Filadelfia tiene el mayor rendimiento con el mínimo esfuerzo. Comunidades Seguras ha creado controversia en muchas ciudades y estados porque políticos y oficiales gubernamentales se resisten a hacer de sus policía oficiales de inmigración. 

Ya de por si es difícil, dicen los oficiales locales, formar lazos con comunidades inmigrantes por diferencia de culturas y las barreras del lenguaje. ¿Cómo pueden proteger a los inmigrantes de ser víctimas de una crimen si estos están temerosos de ser trasladados fuera del país incluso si tienen un contacto casual con las autoridades locales? El miedo a la deportación refuerza la 'Omerta' –el código de silencio– entre grupos inmigrantes. 

"Cuando ves violencia te da miedo", dijo García. "Porque si viene la Policía te van a preguntar de dónde eres y te van a pedir una identificación. No confiamos en la Policía porque nos deportan. He visto muchas cosas...pero no diré nada". 

Funcionarios de la ciudad de Filadelfia no tienen tantos reparos acerca de Comunidades Seguras. No solo participan con ICE en proveer las huellas dactilares de los sospechosos que arrestan, lo cual es un requerimiento del programa, pero la ciudad ha tomado el siguiente paso en darle a ICE acceso al Sistema de Arreglo Preliminar  del Departamento de Policía (PARS) que registra información del arresto en tiempo real. 

Los agentes de ICE obtiene acceso a los detalles de un arresto en el minuto en que se ingresa en PARS. Activistas en pro de los inmigrantes están enojados con el alcalde Michael Nutter y el Fiscal General Seth Williams quienes han expresado apoyo por una reforma migratoria y la creciente ola de comunidades inmigrantes en la ciudad mientras que activamente cooperan con ICE. Para estos activistas hay una gran brecha entre lo que Nutter y Williams dicen y lo que hacen. 

El vice-alcalde, Everett Gillison simpatiza con las criticas del programa pero dice que no es probable el alcalde cambie de opinión. 

"Están supuestos a dirigir a aquellos que han cometido crímenes del nivel 1(el más grave).  Vimos esto y les hemos preguntado por qué varias de las personas que han sido deportadas están en el nivel 2 o 3. Pero en casos individuales a nosotros no nos concierne", dijo Gillison/ "Te aseguro que encontraras un sin número de historias que me romperán el corazón, pero no estoy lidiando con la mejor situación".   

Es difícil explicar por qué ICE termina deportando a tantos inmigrantes que no son criminales de Filadelfia. La oficina del fiscal fue hermética y se negó a ofrecer más explicaciones que una declaración elusiva: "Los detenidos por ICE son detenidos por el Departamento de Policía donde son detenidos hasta que se decida que pasará con los cargos. 

Harold Ort, vocero de ICE, dice que la agencia disuade al fiscal de retirar los cargos pendientes a una deportación. Su correo electrónico dice lo siguiente: 

"ICE notifica a la Oficina el Fiscal de Distrito de Philadelphia cuando alguien contra quien penden cargos criminales ha sido puesto bajo custodia de ICE.  Se les informa que el sujeto puede ser puesto en libertad bajo su propia responsabilidad, fianza ó alguna forma alternativa a la detención mientras proceden las audiencias ó que al individuo se le pueda aliviar de ser removido del país.  Por lo tanto ICE recomienda que el procedimiento criminal no se termine por ampararse en el proceso de deportación." 

Esa podría ser la recomendación, pero aparentemente esa no es siempre la práctica. 

El alto nivel de deportaciones de no criminales sugiere la posibilidad de que el fiscal no juzga a algunos sospechosos que en otras circunstancias son acusados de crímenes si son transferidos a ICE.  

O los activistas sugieren podría significar que la Policía arresta a inmigrantes indocumentados que no han cometido crímenes con la pura intención de deportarlos. De cualquier forma, no se está haciendo justicia. 

Mientras tanto, activistas están tratando de convencer a la ciudad de detener el acceso de ICE a PARS. Zac Steele, un organizador comunitario con la organización JUNTOS dijo que en junio del 2010 Gillison les dio la impresión de que el alcalde estaba preparado para terminar el acuerdo de PARS. Después la ciudad lo renovó. 

"Pensamos que el fiscal o los jueces tuvieron que ver en ayudar a renovar el contrato con modificaciones". Steele asegura que la ciudad debe discontinuar el acuerdo con PARS cuando expire el próximo 31 de agosto y tratar de detener Comunidades Seguras, como lo han hecho ciudades como San Francisco y Washington D.C. 

"Me gustaría que los oficiales de nuestra ciudad se interpusieran", dijo Steele. "Me gustaría que nuestros funcionarios públicos tomaran una postura y por lo menos presionarán en contra". 

El 28 de febrero activistas del Movimiento Nuevo Santuario de Filadelfia entablaron una solicitud de 'Right to Know' (ley del derecho a saber) pidiendo una copia del acuerdo de PARS y recibieron los documentos el 18 de abril 

El acuerdo está firmado por representantes del Departamento de la Policía de Filadelfia, la Oficina del Fiscal General y el Distrito Uno Judicial de Pensilvania. ICE le paga a la ciudad un Cargo Inicial de $13.065 y un cargo de $5.565 anuales por renovar dicha licencia.  

Los activistas una ves más pelean por impedir que la ciudad de renueve el contrato. Mientras tanto, arrestos y deportaciones continúan por ofensas mínimas.  

Por ejemplo, el de un hondureño de 24 años al que llamaremos Carlos que fue arrestado por error el mes pasado. Según sus tíos, el joven se encontraba haciendo unos arreglos de remodelación en una casa. Cuando salió de la casa a las 10 p.m. con su cinto de herramientas en la mano, oficiales de la policía lo esperaban afuera. 

Nunca se le presentaron cargos criminales pero la Policía lo entregó a agentes de ICE quienes lo mandaron a Honduras. El tío y la tía creen que al joven le tendió una trampa el dueño de la casa, que dicen es policía, para no tener que pagarle $450 que le debía por trabajos que había realizado en su casa. 

"Es un buen chico", dijo su tía. "No bebe; no fuma. Somos una familia unida que vive en la iglesia".

Mientras tanto, el hijo de Teresa García permanece en México, batallando como un extraño en el lugar en el que nació. 

"Nos llama porque no puede encontrar trabajo y tiene hambre", dijo Gerardo, su padre. "Por eso le mandamos poquito. Si nosotros no le ayudamos ¿quién lo hará?".