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Yuberjen Martínez al ganar plata en los Olímpicos de 2016. Getty Images
Yuberjen Martínez al ganar plata en los Olímpicos de 2016. Getty Images

Los deportistas sudamericanos, entre la gloria y la pobreza

Muchos deportistas recorren el mundo representando a su país, pero cuando vuelven a sus hogares deben seguir lidiando con la falta de recursos. 

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En plenos años noventa, Ceiber Ávila era apenas un niño de Turbo, Antioquia, una de las zonas de Colombia donde más se padeció la violencia por la lucha entre guerrilla, paramilitares y ejército. 

Su infancia fue igual a la de millones de jóvenes de las zonas rurales y apartadas del país. Entre violencia, viendo cadáveres todos los días en las calles polvorientas de su pueblo, huyendo cuando los diferentes grupos armados se enfrentaban y ayudando a sus padres para sobrevivir. 

“Es que uno escuchaba esa moto y corría, no había de otra, esos ‘manes’ siempre que aparecían se iban a ‘bajar’ a alguien, y uno evitaba no solo ver más muertos de los acostumbrados, sino ganarse una bala perdida. Eran unos matones”, recuerda Ceiber Ávila en una entrevista al periódico El Tiempo de Colombia en 2017. 

De esa historia han pasado años y muchas luchas para que Ávila pudiera llegar a representar a Colombia en las olimpiadas de Tokio en boxeo. Como él, que se enfrentó hoy a Evaristo Mulenga de Zimbabwe, muchos deportistas colombianos y sudamericanos, han encontrado en el deporte el escape a la pobreza y las dificultades.

Muchos también están en el punto más alto de su carrera, recorren el mundo representando a su país, pero cuando vuelven a sus hogares aún deben seguir lidiando con la falta de recursos. 

El boxeador Yuberjén Martínez, que ganó plata en su categoría en Río 2016, trabajaba como mecánico de bicicletas para ayudar a su familia, y al ganar la medalla de plata reconoció que su sueño era darle una casa digna a su mamá.  

Cuando el pesista Javier Mosquera logró la plata en pesas el fin de semana, se prendió la polémica entre el Ministerio del Deporte y la Federación Colombiana de Levantamiento de Pesas por la aparente falta de apoyo del ministerio a este deporte. 

Pero tal vez el caso más sonado de la inconformidad de los atletas con el apoyo de sus gobiernos, no es de Colombia sino del vecino Ecuador. Cuando el ciclista Richard Carapaz logró la medalla de oro en ruta no dudó en asegurar "El país nunca creyó en mí, el oro me pertenece".

La dura declaración viene de uno de los ciclistas más importantes del mundo. Carapaz no es una cara nueva en el ciclismo, ha competido en todas las grandes carreras de Europa: el Tour de Francia, en el que quedó tercero este año, la Vuelta a España y el Giro de Italia, siempre con unas actuaciones destacadas. 

Los deportistas sudamericanos han llegado a la cima de sus deportes en medio de las limitaciones y la falta de apoyo de organizaciones y del mismo estado que a la hora de los triunfos salen a felicitar y a llevarse el crédito por los resultados.