Natalia Lafourcade lleva años demostrándonos algo que para muchos había caído en el olvido, opacado entre los clichés de mariachis desafinados y los narco-corridos: la enorme diversidad y la belleza de la música tradicional mexicana.

En los dos volúmenes de Musas (Un homenaje al folclore latinoamericano en manos de Los Macorinos) la vimos la vimos retomar canciones tradicionales de distintas regiones de América Latina y apropiarse de toda clase de ritmos, con enorme delicadeza, para dar rienda suelta a sus letras.

Esta vez, en las catorce canciones de Un canto por México hizo lo mismo en compañía del grupo de son jarocho Los Cojolites y varios artistas más, como Jorge Drexler, Los auténticos decadentes, Carlos Rivera y Leonel García.

Además de hacer nuevas versiones de –bellas– canciones suyas harto conocidas, Un canto por México tiene el objetivo de ayudar a financiar la reconstrucción del Centro de Documentación del Son Jarocho (CDSJ), fundado en 1998 por Los Cojolites, en la ciudad de Jáltipan de Morelos.

El CDSJ fue gravemente afectado por lo temblores que ocurrieron en México en septiembre de 2017 y dada la relevancia que tiene este centro cultural, único en el mundo dedicado al son jarocho, Natalia Lafourcade ha estado contribuyendo a su reconstrucción desde entonces.

El primer video publicado de este disco es Mi religión, un canto de amor a la música, que da alivio e impulso a las vidas de tantos de nosotros.