En una conferencia de prensa este martes, el vocero de la Organización Mundial de la Salud, Christian Lindmeier, solicitó que se hagan pruebas de COVID–19 a muestras de pacientes con casos de neumonia no especificada entre noviembre y diciembre del año pasado.

Esto a raíz de que Yves Cohen, el director de la Unidad de Cuidado Intensivo de dos hospitales en París, y su equipo practicaran la prueba en catorce muestras congeladas de pacientes que habían estado síntomas similares a la gripe durante el año pasado y uno de ellos diera positivo.

El paciente, que llegó a urgencias el 27 de diciembre y fue dado de alta el 29, tras mostrar mejoría, da cuenta de que el virus ya estaba circulando por fuera de China mucho antes de lo que los reportes oficiales sugerirían.

En esta medida, Lindmeier insistió en que hacer pruebas en este tipo de muestras permite una comprensión más profunda de la pandemia porque “es la vieja historia de que entre más buscas, más encuentras”.

Seguramente en las próximas semanas seguirán saliendo a la luz más casos como el reportado por Cohen, que ayudarán a reconstruir la línea del tiempo que nos llevó a las circunstancias actuales.