“Siempre he dicho que estoy orgullosa de ser una mujer indígena”. Con estas palabras celebró la actriz de origen mixteca su nuevo cargo como embajadora de la UNESCO, otorgado el pasado viernes en París por su compromiso con el derecho de los pueblos ancestrales y con las mujeres.

Feminista y defensora de las lenguas indígenas como el mixteco,  lengua paterna que tuvo que aprender para interpretar el papel de niñera en la galardonada película de Alfonso Cuarón, criticó duramente la discriminación que existe en muchos países hacia estas comunidades y reclamó mayor respeto y equidad hacia los indígenas y las mujeres.

“No quiero que la discriminación de género que enfrentamos las mujeres la lleguen a sufrir los hombres, lo único que quiero es que nuestros derechos sean respetados de igual forma”, declaró.

Tras este nombramiento, Yalitza Aparicio pasa a ser una de las caras más reconocidas del Año Internacional de las Lenguas Indígenas, engrosando la lista (aún breve) de embajadoras por la paz, entre las que figuran personalidades como Rigoberta Menchú, Ivonne A-Baki o la bailarina cubana Alicia Alonso.

Cuentan que cuando el director mexicano Alfonso Cuarón la eligió para interpretar el personaje de su niñera Libo -Cleo en el film-, Yalitza ni siquiera quería ser actriz. 

Había ido a acompañar a una hermana al casting y cuando esta se puso enferma le pidió que la reemplazase. Y de repente, una profesora de educación primaria desempleada que ganaba algún dinero ayudando a su hermana a hacer piñatas se convirtió en una de las estrellas revelación de Hollywood.

Portada de Vogue, conferenciante invitada en el MIT y una de las cien personas más influyentes según la revista Forbes, la responsabilidad de Aparicio como representante de las mujeres indígenas en Estados Unidos y, por extensión, en el mundo, no es poca.

¿Podrá la joven actriz respaldar con acciones y no solo palabras su nuevo cargo de embajadora, siguiendo la estela de activistas como la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú?

El tiempo lo dirá.