El futuro de los Dreamers, como se conoce a los jóvenes indocumentados amparados bajo el programa DACA, sigue pendiente de un hilo.

Demócratas y republicanos llegaron este miércoles a un acuerdo para establecer los límites de gasto federal para los próximos dos años, evitando así la posibilidad de un nuevo cierre de la Administración e inyectando confianza en los mercados.

No obstante, no llegaron a un acuerdo sobre qué hacer con los más de 700,000 jóvenes indocumentados amparados bajo la ley DACA, un programa implementado por el ex presidente Barack Obama que da permiso para vivir y trabajar en los Estados Unidos a todos aquellos inmigrantes que hayan entrado en el país de forma ilegal con menos de 16 años, y que Trump ordenó eliminar el pasado septiembre.

Durante los últimos meses, el presidente Trump y los republicanos han usado el futuro de los DACA como moneda de cambio para presionar a los demócratas para que aprueben su presupuesto, que incluye 25,000 millones de dólares para la construcción de un muro fronterizo con México.

El presidente ha dado plazo al Congreso hasta el 5 de marzo para que encuentre una nueva solución para los más de 700,000 DACA que ahora se enfrentan al riesgo de deportación.

Lo positivo del pacto presupuestario acordado el miércoles por demócratas y republicanos implica aumentar los gastos de defensa , y de no-defensa, en 300 mil millones de dólares y destinar miles de millones de dólares adicionales a fondos de ayuda por desastres para las áreas devastadas por incendios forestales y huracanes el año pasado. También aumentaría el techo de la deuda y permitiría al gobierno asumir nuevas deudas para el próximo año, según informó The Guardian.

"Espero que podamos aprovechar este impulso bipartidista y convertir 2018 en un año de logros significativos para el Congreso, para nuestros electores y para el país que todos amamos", dijo el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell.

El compromiso acordado entre los dos bandos – que deberá ser refrendado en la Cámara de Representantes-  tiene un claro atractivo, y es que pone fin a la provisionalidad presupuestaria y los vaivenes negociadores que llevaron al cierre administrativo el pasado 20 de enero, apunta El País.

Sin embargo, “todas estas bondades quedan eclipsadas por un fracaso evidente: no se ha dado ningúna solución para los Dreamers”, destaca el diario español.

La líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ya ha anunciado que no apoyará ningún texto que no salve de la deportación a los DACA.