Hasta hoy, uno de los argumentos usados por el presidente Donald Trump para convencer a los estadounidenses de la necesidad de actuar contra los indocumentados es que éstos representan una amenaza para la seguridad. Durante la campaña electoral, en 2016, Trump no se cortó un pelo a la hora de decir, por ejemplo, que los inmigrantes mexicanos eran unos criminales, ladrones y violadores, entre otras barbaridades.

El pasado fin de semana, la muerte de un conocido jugador de futbol americano y su conductor de Uber en un accidente de auto provocado por un indocumentado guatemalteco le ha venido de perlas para su discurso antiinmigración. El futbolista de los Indianápolis Colts, Edwin Jackson, de 26 años, y su conductor, murieron el pasado domingo cuando Manuel Orrego-Savala, guatemalteco de 37 años, indocumentado, sin permiso de conducir y con altos niveles de alcohol en la sangre, impactó contra su vehículo en una carretera del estado de Indiana. Orrego Savala ya había sido deportado en dos ocasiones, en 2007 y 2009.

“Qué desgracia que una persona ilegal en nuestro país mate a Edwin Jackson. Esta es una más de las tragedias evitables. Hemos de hacer que los demócratas sean más duros en las fronteras y con la inmigración ilegal. Rápido”, dijo Trump en un tuit.

Insatisfecho con estas declaraciones machistas, el presidente Trump decidió este martes firmar un memorándum de seguridad en el que se establecen las bases para crear el Centro Nacional de Escrutinio (NVC, por sus siglas en inglés): una oficina dedicada a centralizar los esfuerzos de su Gobierno para identificar a aquellos inmigrantes o visitantes que puedan presentar una "amenaza" para la seguridad de Estados Unidos.

EL NVC se encargará de someter a un “escrutinio extremo” a todas aquellas personas que desearan visitar o trabajar en Estados Unidos, en línea con el veto migratorio a ciudadanos de países de mayoría musulmana que Trump ha querido implementar en el último año.

Esa oficina "coordinará los esfuerzos de los departamentos y agencias para identificar mejor a los individuos que quieran entrar al país y que presenten una amenaza a la seguridad nacional, la seguridad fronteriza o la seguridad pública", explicó en un comunicado la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, según informó la agencia EFE.

El NVC tendrá su sede en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés), pero será un esfuerzo conjunto con los departamentos de Estado, Justicia y las agencias de inteligencia, según el memorando.

Una de las medidas que Trump y los republicanos pretenden aprobar en el Congreso es eliminar el proceso de concesión de visados por el sistema de lotería nacional, o Green Card. Los republicanos también quieren imponen medidas más duras para las políticas de reunificación familiar a la hora de conseguir visados.

Según la CNN, el nuevo centro también tratará de acelerar el escrutinio de ciertas personas que ya están en Estados Unidos, entre ellos los sujetos a procesos de deportación.

"Este es un paso más para poder saber quién llega a Estados Unidos, que son quienes dicen que son y que no representan una amenaza para nuestra nación", dijo la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, en un comunicado.