El presidente Donald Trump lleva más de un año amenazando con llevar a cabo deportaciones masivas e implementar políticas de mano dura para reducir la presencia de inmigración ilegal en EE.UU,  como la de construir un muro fronterizo con México, eliminar el DACA o suspender el estatus de protección temporal (TPS) para países como Haití o El Salvador.

Mientras los indocumentados latinos en EE.UU ven con temor cómo peligra su futuro, las noticias que llegan del otro lado de la frontera tampoco son buenas. La organización de defensa de Derechos Humanos Amnistía Internacional publicó  esta semana un informe en el que denuncia las medidas adoptadas por México para poner fin a la inmigración ilegal dentro de su territorio. Una inmigración “ilegal” consistente principalmente en decenas de ciudadanos y ciudadanas de Guatemala, Honduras y El Salvador que en los últimos años se han visto obligados a marcharse de su país porque temen por su vida y su libertad personal.

Según la documentación aportada por A.I, “el gobierno mexicano incumple de manera habitual la obligación que le impone el derecho internacional de proteger a quienes necesitan protección internacional y viola reiteradamente el principio de no devolución (non-refoulement), pilar vinculante del derecho internacional, que prohíbe devolver a las personas a situaciones donde su vida esté amenazada”.

El informe de A.I, titulado "Ignoradas y sin protección: La mortal devolución de personas centroamericanas solicitantes de asilo desde México", se basa en encuestas realizadas a 500 migrantes entre mayo y septiembre de 2017.  

De acuerdo con A.I, el 75 % de las personas detenidas por el Instituto Nacional de Migración (INM) no habían recibido información sobre su derecho a solicitar asilo en México, "a pesar de que la legislación mexicana dispone expresamente que se haga".

Por otro lado, el 69 % respondió que los agentes de inmigración "jamás les preguntó las razones por las que habían abandonado su país", una pregunta clave para saber si la vida de la persona corre peligro en su país de origen.  

"Aquí no nos interesa la vida de ustedes. Aquí hacemos nuestro trabajo que es deportarles a ustedes", fue la respuesta de un agente mexicano del INM a un inmigrante hondureño de 27 años, citado en el informe de A.I.

La organización dedica una parte del informe a denunciar el trato que reciben de las autoridades mexicanas los extranjeros que piden asilo.

Según reportó el diario El Mundo, los abusos por parte de los agentes de aduanas en los procesos de detención se producen principalmente debido a las prisas. La frontera del sur de México, normalmente abarrotada, actúa de primer filtro de la frontera norte a los Estados Unidos.

"El oficial de la Estación Migratoria me dijo que si no firmaba aquí (el papel de retorno), no me darían comida, ni me dejarían bañarme. Dijo que me tratarían como si no existiera".

 "La señorita de INM me dijo -contigo ni hablar-, y se enojó porque no firmaba mi deportación".

Estas son solo algunas de las voces de inmigrantes centroamericanos citados en el informe de A.I.

"Estas son historias trágicas de familias, niños, hombres y mujeres huyendo de la violencia extrema para salvar su vida. En lugar de brindarles la protección a la que tienen derecho, México está dándoles la espalda a esta gente en necesidad de manera ilegal," dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de A.I, según El Mundo.