Mariela Morales, la periodista cubana que estudia el periodismo de Filadelfia
Las charlas de periodistas –y sobre todo de periodismo– suelen ser conversaciones en torno a la historia. Y para el caso de la novel periodista cubana Mariela Morales no podía ser diferente.
Ocho años después de haber llegado a Estados Unidos, Mariela habla de sí misma y del periodismo a través de su vida en Cuba.
Nacida en “el año de la esperanza” –como le gusta referirse a 1989 por ser el año que marcó el inicio del fin del bloque comunista en Europa Oriental–, le tocó crecer en pleno “Período Especial” cubano.
Una época en la que la crisis económica que golpeó en el estómago a la mayoría de la gente y la inexistencia de espacios de participación política por fuera del Partido Comunista fueron el caldo de cultivo para que nuevas formas de disidencia se abrieran paso, muchas en el campo de las comunicaciones.
Mariela empezó a estudiar periodismo en la Universidad de La Habana a mediados de la década pasada –algo que considera de un idealismo tremendo en un país comunista–. Lo hizo en parte por las grabaciones en video que su padre hizo de Suiza en 2004, cuando salió por primera vez de la isla.
Las imágenes de un mundo exterior, del cual hasta entonces solo había escuchado, causaron “una explosión en mi mente”, afirmó durante el desarrollo de AL DÍA Talks, el nuevo espacio de conversaciones con el equipo editorial de este medio.
“Crecer bajo la propaganda, aunque no creas en ella, es la única fuente de información que tienes [en Cuba]. Eso es difícil de romper”, señaló.
Haber crecido en una isla gobernada por ancianos y en la que la ideología es al mismo tiempo el mito fundacional de la patria marcó para siempre su relación con Cuba, de donde en principio no concebía salir –“por un ingenuo sentido de responsabilidad con mi país”– y al que ahora difícilmente piensa volver.
Mariela alcanzó a estudiar un par de años de Periodismo antes de emigrar en 2009 hacia esa otra Cuba que es Miami. Luego de “vivir la vida normal de cualquier inmigrante: trabajar en un centro comercial vendiendo lentes de sol”, se propuso seguir sus estudios.
Primero en el Miami Dade College, luego en la Facultad Comunicación de UPenn, de donde se graduó en 2014 luego de sustentar una tesis sobre la evolución de los medios de comunicación en Cuba y el uso del lenguaje en la narrativa de la nación cubana.
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Fue escribiendo esa tesis donde encontró su pasión que, lejos tenerla como reportera de una sala de redacción, la tiene como fellow analista de investigación de The Lenfest Institute for Journalism, una organización creada el año pasado para apoyar iniciativas periodísticas en Filadelfia.
Sobre la presencia de los latinos en el periodismo (como fuente de historias y como narradores de ellas), Mariela lamenta que los medios hispanos hayan caído en la misma práctica anglosajona de registrar su existencia a través de historias relacionadas con temas estereotipados, como la inmigración, la violencia o celebraciones como el Cinco de Mayo.
Cree que aunque es necesario seguir reportando sobre esos temas, también es importante contar historias que ayuden a construir un sentido de pertenencia latina con Estados Unidos.
“Tenemos más historias que solo las deportaciones o las inmigraciones recientes”. Se pone a sí misma como ejemplo: es descendiente de cuáqueros que llegaron primero a Filadelfia y después se fueron a Cuba. “Soy la novena generación [de mi familia] que asiste a UPenn”.
“Creo que no tenemos ese sentido de pertenencia y que no hacemos lo suficiente por que la gente sepa que hemos estado aquí hace siglos. Ya estábamos aquí cuando los irlandeses llegaron y mientras que ellos son vistos hoy como blancos caucásicos estadounidenses, los latinos seguimos siendo vistos como algo muy reciente”.
Mariela Morales se dedica a estudiar temas relacionados con el periodismo, lo que sucede a nivel local con “la peor profesión para ejercer en Estados Unidos”, según el ranking del portal CareerCast.com en 2014, 2015, 2016 y 2017.
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