El caso Odebrecht, el mayor escándalo de corrupción que se recuerde en América Latina, sigue cobrándose sus víctimas.

La última de ellas ha sido el vicepresidente en funciones de Ecuador, Jorge Glas, que fue detenido ayer en su domicilio de Guayaquil por haber cobrado sobornos de la famosa constructora brasileña, y posteriormente trasladado a una prisión en Quito.

El diario español La Vanguardia destacaba que con la detención de Glas “se agrava el enfrentamiento” entre Lenín Moreno, presidente de Ecuador, y  su antecesor, Rafael Correa.

En Agosto, Moreno decidió destituir a Glas por los indicios de corrupción que salpicaban al mandatario. Al tratarse de un cargo electo, no lo consiguió. Glas se negó a dimitir y aseguró que era víctima de persecución política, tesis que todavía defiende.

Moreno acaba de anunciar un referéndum de siete preguntas para cuestionar algunas decisiones “más controvertidas” de Correa, como la reelección presidencial indefinida o la reorganización del Consejo de Participación Ciudadana, señala La Vanguardia. Si los ecuatorianos votan “no” a la reelección presidencial indefinida, Correa no podrá regresar a la política.

Glas fue ministro de Correa en dos ocasiones. Posteriormente, Glas ocupó el puesto de vicepresidente en 2013 y 2015.

Tras la detención de Glas, que de momento deberá cumplir tres meses de prisión preventiva, Moreno aprovechó para anunciar su plebiscito y reforzar “uno de los ejes de su discurso: la lucha contra la corrupción,” según El Mundo.  Otra de las cuestiones que Moreno plantea en su referéndum es si los ecuatorianos están o no a favor de la inhabilitación de por vida de los cargos públicos que sean sentenciados en casos de corrupción.  

Ecuador no es el único país afectado por la máquina de corrupción Odebrecht. La constructora brasileña pagó sobornos en Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Guatemala, México, Panamá, Perú y Venezuela, entre otros.

Odebrecht, con 128.000 empleados y unos ingresos brutos de 40.000 millones de dólares, fue fundada en los años 40 por una familia brasileña de origen alemán y es responsable de la construcción de grandes obras de infraestructura en todo el continente latinoamericano. Entre las obras más destacadas figuran el Metro de Caracas Venezuela, un puerto en Cuba y varios estadios de futbol levantados para el Mundial de Brasil, en 2014.

Desde su fundación, Odebrecht ha financiado a numerosos políticos en Brasil. Sin embargo, la empresa demostró que la situación se le había ido de las manos al verse implicada en la trama de sobornos descubierta por la llamada Operación Lava Jato, en 2014. Tras años de investigación policial, la Operación Lava Jato destapó que una docena de compañías brasileñas pagaron sobornos a políticos y funcionarios para conseguir contratos con Petrobras, la empresa estatal de petróleos brasilera. Petrobras es uno de los mayores clientes del grupo Odebrecht.  

Desde entonces, han ido rodando cabezas.