Decenas de cubanos intentan llegar a Europa por la ruta de los Balcanes
A finales del año 2015 tuve la oportunidad de pasar una larga temporada en Serbia, un país de la desparecida Yugoslavia que aspira poder entrar un día en la Unión Europea – como ya lo hicieron Eslovenia y Croacia. Mi estancia allí coincidió con la llegada de la mayor oleada de refugiados sirios y de otros países de Oriente Medio, que intentaban alcanzar Europa por los Balcanes. (Serbia tiene frontera con cinco países de la UE: Rumanía, Bulgaria, Hungría, Croacia y Eslovenia).
La mayoría de los refugiados sirios entran en Serbia por la frontera con Macedonia, en los Balcanes, después haber desembarcado en Grecia y haber pasado semanas viajando en autobuses, trenes o recorriendo largos trayectos a pie.
En noviembre, Hungría decidió levantar un muro metálico para evitar la entrada de los refugiados, así que su única alternativa era Croacia, ya que Rumanía y Bulgaria quedan en dirección contraria a Alemania, Austria, o los países escandinavos. Estos países son los que acogen a más refugiados y donde más oportunidades tienen de encontrar empleo. (Según la Agencia de refugiados de Naciones Unidas, ACNUR, solo en 2016 más de 1,2 millones de personas solicitaron asilo en la U.E)
RELATED CONTENT
Ante la falta de actuación por parte de las autoridades europeas, Serbia y Croacia – dos países “enemigos” desde que terminó la guerra de los Balcanes- se pusieron de acuerdo para organizar un servicio diario de trenes entre los dos países para trasladar a los miles de refugiados estacionados en Serbia a los campos de refugiados en Croacia.
El punto de parrtida era la estación de Šid, un pequeño municipio rodeado de viñedos, en la frontera con Croacia, donde cada día llegaban decenas de autocares cargados de refugiados – familias sirias con niños, hombres afganos que viajaban solos, adolescentes iraquís con zapatillas deportivas y gorras de beisbol – para poder subirse al tren. El objetivo era trasladar una media de 7,000 refugiados al día, me confirmaron los voluntarios que gestionaban la logística. La organización era buena y muchos refugiados mostraban su agradecimiento a la policía serbia por haber mostrado tanta hospitalidad.
Dos años después, leo con sorpresa en la web del diario cubano 14 y medio que también decenas de cubanos han emprendido la ruta de los Balcanes para llegar a la Unión Europea – principalmente a España . Serbia y Montenegro son países que no exigen visado.
El periódico narra el caso de Fernando Soria, un cubano de 51 años que salió de la isla hace un año rumbo a Moscú con la esperanza de poder llegar a Europa desde Rusia. Después de un año malviviendo en Moscú, se compró un billete de avión a Montenegro para intentar entrar a Croacia desde allí. Desafortunadamente, fue detenido por los agentes fronterizos, su solicitud de asilo denegada y enviado a un campo de refugiados en Šid. Ahora no le queda más remedio que esperar.
Según 14 y Medio, hay más de una decena de cubanos varados en Šid, esperando tramitar poder su visado de entrada a Europa. Su situación es desesperada. Comparten espacio con refugiados sirios, afganos y otros países de Oriente Medio, y la relación no es fácil, de acuerdo con los testimonios citados por el medio cubano. También informa de que uno de los motivos que han impulsado a estos cubanos a huir de la isla por la ruta de los Balcanes en lugar de escapar a los EEUU ha sido la eliminación, en enero de 2017, de la política de “pies secos/pies mojados”, que permitía a los ciudadanos cubanos que llegasen a EEUU sin visado obtener la residencia.
LEAVE A COMMENT:
Join the discussion! Leave a comment.