El presidente Donald Trump consiguió ayer enfurecer a medio mundo. 

En primer lugar, hizo endadar a Moscú al firmar una nueva ley aprobada por el Congreso para imponer un nuevo paquete de sanciones contra Rusia con el fin de penalizar la interferencia del Kremlin en las pasadas elecciones presidenciales. La nueva legislación también limita la capacidad del mandatario de retirar dichas sanciones.

La ley, que también incluye medidas sancionadoras contra Irán y Corea del Norte, fue recibida con desagrado por el Kremlin, que acusó al presidente de EEUU de declarar una guerra comercial abierta contra Rusia. 

"Se trara de una declaración de guerra económica contra Rusia en toda regla," declaró el primer ministro ruso Dmitry Medvedev en un comunicado en Facebook. El comunicado también señalaba que las sanciones "acaban con cualquier esperanza de mejorar las relaciones con la Administración estadounidense. 

Moscú, que niega haber interferido en las elecciones americanas, ya dio su primera muestra de enfado la semana pasada, cuando el Congreso aprobó por unanimidad la nueva ley, al ordenar a EEUU que redujera en 755 personas el personal diplomático trabajando en Rusia. 

La Unión Europea también mostró su preocupación por el nuevo paquete de sanciones contra Rusia, que pueden tener un impacto negativo para la economía de la región. Diversos paíes europeos, entre ellos, Alemania, tienen intereses en proyectos del sector energía en Rusia. 

Por otra parte, Trump consiguió enfurecer a sus propios colegas republicanos en el Congreso, al admitir que había firmado la nueva ley a regañadientes.

“Aunque estoy a favor de medidas duras para castigar y disuadir el comportamiento agresivo y desestabilizador de Irán, Corea del Norte y Rusia, esta legislación es significativamente defectuosa”, dijo Trump en un comunicado. “Traspasa de forma inapropiada el poder ejecutivo, pone en desventaja a compañías estadounidenses y daña los intereses de nuestros aliados europeos”.

Para dejar claro que no le gusta que el Congreso limite su capacidad para interferir en las sanciones, Trump se pavoneó de haber construido "una gran compañía que vale muchos miles de millones de dólares. Esta es gran parte de la razón por la que fui elegido. Como presidente, puedo hacer mucho mejores acuerdos con países extranjeros que el Congreso”, señaló Trump

"El establishment americano se ha burlado de Trump," declaró Medvedev, convenvido de que el presidente de EEUU será víctima de nuevos ataques "dirigidos a revocarle del poder."

El paquete de sanciones aprobado por el Congreso incluyen limitaciones a la cantidad de dinero que los ciudadanos americanos pueden invertir en Rusia, así como la imposición de trabas a aquellas empresas americanas que quieran hacer negocios en Rusia, según reportó la BBC.

Mientras Trump firmaba el paquete de sanciones contra Rusia en Washington, el vicepresidente Mike Pence declaró desde Montenegro, que EEUU seguirá firmemente comprometido a ayudar a los ocho países de los Balcanes, y alertó del peligro que supone la interferencia de Rusia en la región, según The NY Times. 

La población de diversos países de la ex-Yugoslavia, como Serbia y Montenegro, está dividida entre los que quieren una mayor interferencia de la Unión Europea y los que defienden que Rusia - antiguo aliado político y comercial -debería tomar el liderazgo.