Otto Warmbier había sido encarcelado en Corea del Norte durante 17 meses y fue liberado la semana pasada en estado de coma. Después de haber sido internado en el Hospital Universitario de Cincinnati por un “daño neurológico grave”, sus padres anunciaron que el joven murió rodeado de sus seres queridos.

Se desconocen las causas por las que el joven habría caído en coma, aunque su familia ha compartido sus presunciones de que se encontraría en este estado desde hace más de un año.

Las declaraciones del gobierno Coreano indican que Warmbier había contraído botulismo y que, tras tomar “una píldora para dormir”, habría caído en estado de coma.

Según reportó la BBC, un equipo de médicos que evaluó al joven al llegar a Cincinnati, indicó que no habían señales de botulismo en su cuerpo. “Su condición neurológica puede ser mejor descrita como un estado de vigilia sin respuesta”, aseguró el doctor Daniel Kanter. El comunicado de sus familiares aseguraba que Warmbier era “incapaz de hablar, ver o reaccionar a órdenes verbales”.

Y si bien la familia Warmbier culpó al gobierno norcoreano del “maltrato y tortura” de su hijo durante su encarcelamiento, los médicos no consiguieron ninguna señal de maltrato físico en el joven.

Por su parte, el Presidente de Los Estados Unidos emitió un comunicado en el que aseguró que la muerte de Otto “profundiza la determinación de mi Administración a prevenir estas tragedias de gente inocente por parte de regímenes que no respetan la ley o la básica decencia humana”.

Aunque Pyongyang anunció después de una negociación con Washington que la liberación del estudiante era por “motivos humanitarios”, existen otros tres estadounidenses retenidos en Corea del Norte, según reportó el diario El País. El régimen utilizaría este tipo de encarcelamientos como retaliación por la presión americana contra su programa atómico.