Encontrar un tratamiento lo más adaptado posible a la persona que lo recibe, con la intención de optimizar al máximo su efecto, es el último y principal gran objetivo fijado por la ciencia (hace tan solo unos meses la administración estadounidense realizó una millonaria inversión en el campo de la medicina de precisión). Si ya se sospechaba que en ella podría residir la clave para vencer enfermedades como el cáncer, ahora lo confirma un estudio que apunta que la respuesta de una persona a una terapia contra el cáncer está relacionada en gran parte con su herencia genética.

El trabajo, publicado en la revista Pharmacogenomics, se ha llevado a cabo mediante el análisis de las líneas celulares linfoblastoides de 589 pacientes y la relación entre su respuesta a la medicación (28 compuesto de quimioterapia) y su etnia.

Los resultados sugieren que la herencia genética influye en la respuesta de la persona a determinados compuestos, entre ellos la temozolomide (usada para el tratamiento de tumores cerebrales), y en el caso de los hispanos y los caucásicos.