NAFTA: ¿A quién ha beneficiado?
Walter Bastian, subsecretario para el Hemisferio Occidental del Departamento de Comercio de EE.UU., habló sobre la importancia de la innovación y el equilibrio entre acuerdos, así como del apoyo hacia la frontera entre México y Estados Unidos.
¿Qué nos puede decir sobre la misión del Departamento de Comercio y el alcance de sus actividades?
El Departamento de comercio es una agencia del gobierno de Estados Unidos que cuenta con unos 44.000 empleados a través del país y el mundo. Cuando uno piensa en comercio se enfoca en comercio y exportación, aspectos que son relativamente pequeños. En terminos de personal, del total de empleados, unos 2.500 están en el área de comercio. Pero también tenemos otros organismos como la Oficina del Censo, que se encarga de registrar cualquier aspecto que sea contable. O por ejemplo la Oficina de Marcas y Patentes, que registra productos e ideas. También trabajamos de cerca con agencias como la Administración de Desarrollo de Minorías, enfocada en proveer oportunidades para negocios de minorías, y la Oficina de Desarrollo Económico, que se encarga del desarrollo comunitario para aumentar el bienestar en comunidades con necesidades.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) cumplió 20 años entre sentimientos encontrados sobre sus beneficios y logros ¿en qué aspectos ha funcionado y qué podría mejorar?
Yo creo que ha sido muy exitoso. Hay que tener en mente que se creó a inicios de los noventa en una época en la que Berlín acaba de perder su muro, y la Unión Soviética fue acreditada como un modelo económico. Todo era mercados libres y capitalismo, pero en estos 20 años ha habido un aumento enorme en inversiones, no solo de EE.UU. hacia México, sino también inversión extranjera en México. Ha aumentado su capacidad manufacturera en industrias como la de autos, aeronaves y productos de tecnología. Casi el 40 por ciento de todo lo que importamos de México es contenido estadounidense de regreso, y no solo es mano de obra, también los componentes. Si uno observa la fuerza laboral de EE.UU. de hoy en día, es más técnica. Avances que hemos hecho a través de NAFTA en áreas como agricultura y manufactura, son buenos resultados de este acuerdo. Lo interesante es ver hacia los próximos 20 años con nuestro esfuerzo de fortalecer las relaciones comerciales y mejorar la plataforma de los negocios en Norte América.
En los últimos años se han fortalecido regulaciones que protegen patentes fuera de Estados Unidos, pero pareciera que esto solo tiene beneficio para ciertas industrias como la farmacéutica ¿Qué piensa de esto?
Se tiene que tomar en consideración cuáles son las metas al que el tratado de libre comercio quiere llegar. Antes que nada busca crear empleos, desarrollar nuevos productos o servicios para vender en su propio mercado o en el nuestro. Lo que se debe evitar es trabajar con un país que no tiene miras hacia el futuro. Deben ser más innovadores, y eso no es algo sencillo de hacer. Un ejemplo es Chile, hace años era el exportador principal de salmón en el mundo. La especie particular que estaban exportando es del norte del Océano Atlántico pero lo lograron a través de ingeniería. Se tuvo que invertir mucho dinero pero si se quiere llevar las cosas al siguiente nivel y ser más competitivo hay que ser innovador.
¿Cuál es el equilibrio para que todas las partes de un acuerdo comercial sean beneficiadas?
Estas son negociaciones en las que se debe analizar punto por punto. Pero antes de esto se debe definir cuál es la posición de EE.UU en el acuerdo. Además que cada una de la agencias del gobierno tiene interés en un tema en particular, cada una tiene su opinión así que es difícil llegar a una conclusión. Uno de los aspectos principales es la participación de las personas que serán afectadas. Hay que asegurarse que esa voz del sector privado sea escuchada.
¿Cree que los acuerdos de libre comercio tengan un problema de relaciones públicas?
Si. Es un asunto con temas sensibles como la mano de obra, algo que siempre preocupa, así como otras preocupaciones sobre la agricultura. También existen aquellos que no quieren hacer negocios fuera de su país y piensa que no lo necesitan.
Actualmente Chile es el único país latinoamericano que no requiere de una visa para ingresar a Estados Unidos ¿Esto ha representado algún conflicto? y ¿existe alguna manera de medir el impacto de este acuerdo?
No estoy al tanto de alguna investigación que se haya llevado a cabo para analizar el impacto. El asunto de visas es principalmente manejado por el Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional. Tenemos otros países con los que estamos trabajando para tratar de implementar programas similares. Existen verdaderas ventajas en esto y la facilidad con la que puedes permitir a tus trabajadores el acceso a otros países. Por otro lado hay que reconocer preocupaciones de seguridad muy grandes, uno trata de encontrar balance entre seguridad en la economía y seguridad física.
México es el segundo socio comercial más grande de EE.UU. De acuerdo a reportes, en 2013 apoyó 6 millones de empleos estadounidenses ¿Qué iniciativas se están implementando para apoyar los puertos de entrada en la frontera, en un momento en el que parte del debate migratorio aboga por limitar el acceso?
Con México tenemos un diálogo económico establecido, y esto involucra muchas partes en ambos lados. Esto reconoce la importancia de la frontera y los retos que conlleva. La necesidad de un tránsito más eficiente y rápido, tanto comercial como peatonal, así como una nueva línea de ferrocarril en el cruce fronterizo entre Matamoros y Brownsville (TX). Lo que puedo decir es que actualmente lideramos alrededor de 70 actividades con México, pero igual necesitas encontrar a todos los aliado necesarios. Todo el mundo reconoce la importancia de la frontera que también se asocia a su costo y necesidad de personal. No solo se trata de dos países, sino también de sus agencias regulatorias.
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