Chile, necesitado de mano de obra
El Gobierno chileno prepara una actualización
de sus leyes migratorias y busca simplificar y agilizar los trámites,
mientras el país, con una economía en expansión y bajo desempleo,
necesita mano de obra en sectores como la minería, la sanidad, la
construcción y la agricultura.
"En política migratoria los
esfuerzos del Gobierno están centrados en formular una nueva legislación
que se ajuste a la realidad actual de Chile y del resto del mundo, dado
que el cuerpo legal vigente data de 1975", explicó el
subsecretario chileno del Interior, Rodrigo Ubilla.
En ese
sentido, señaló Ubilla, el Ejecutivo de Sebastián Piñera quiere
"presentar una iniciativa que permita entender el fenómeno migratorio
como una oportunidad que tiene Chile para seguir creciendo e
integrándose al mundo".
De forma paralela, añadió, el
Ministerio del Interior está impulsando un proceso de modernización del
Departamento de Extranjería e Inmigración, que busca mejorar la
coordinación entre organismos estatales implicados y simplificar y
agilizar los trámites.
En 2011, ese departamento entregó 41.344 visas de trabajo, muy por encima de las 32.403 otorgadas en 2010.
Aun así, esas cifras reflejan solo parte del fenómeno migratorio,
pues los extranjeros que llegan a Chile pueden solicitar también visas
temporales que, al cabo de un año, dan derecho a solicitar la
permanencia definitiva.
El número de permanencias definitivas,
en tanto, muestra grandes variaciones de año en año, con 43.006
otorgadas en 2009, que bajaron hasta 17.090 en 2010 y 18.808 en 2011,
según cifras facilitadas por la Subsecretaría del Interior.
Pero más allá de las estadísticas, Chile, con una economía que creció
un 6 % en 2011 y una tasa de desempleo del 6,6 %, se ha situado para
empresas y trabajadores como una alternativa a la crisis en Europa y a
las turbulencias en otros países de la región.
"En el caso de
Chile se puede observar que entre los factores de atracción que se han
identificado en el país se encuentran principalmente la estabilidad
política, económica y social mantenida a lo largo de varias décadas",
resaltó el subsecretario Ubilla.
A su juicio, el modelo de
desarrollo de Chile y su apertura a los mercados internacionales, además
de un "sistema de administración ordenado, donde un porcentaje alto de
los inmigrantes accede a la regularización migratoria", convierte a este
país en "un destino interesante".
Dentro de Latinoamérica,
este país es además uno de los pocos receptores netos de inmigrantes,
aunque el perfil de estos también han ido cambiando, y si hasta ahora la
comunidad peruana es la más numerosa, con cerca de 100.000 miembros, la
llegada de europeos es cada vez más habitual.
A ese arribo ha
contribuido la generación de empleo y las necesidades de mano de obra,
con un déficit que en el caso del sector público de salud asciende a
1.700 médicos especialistas, según un comunicado del Colegio Médico.
Sin embargo, esta institución aboga por incentivar a que sean
chilenos quienes ocupen primero estas vacantes y ofrecer después esos
puestos a médicos extranjeros, siempre con la misma remuneración y
condiciones laborales.
Esto, dado que en febrero pasado se
publicaron en España anuncios con ofertas para ejercer en Chile con
salarios mayores a los ofrecidos a los profesionales nacionales.
También en la minería, el principal sector económico del país, serán
necesarios unos 90.000 trabajadores profesionales y técnicos que den
soporte a una carpeta de inversiones de 90.000 millones de dólares
proyectada de aquí a 2020.
Para ello, la Sociedad Nacional de
Minería (Sonami) "está empeñada en incentivar a las nuevas generaciones a
optar por este sector y a acelerar la incorporación de la mujer", dijo a
Efe Álvaro Merino, gerente de estudios de esta institución gremial.
Pero en Chile también hay déficit de mano de obra en la construcción y
agricultura, y no solo de obreros sino también de profesionales
cualificados, según explicó a Efe el subsecretario chileno del Trabajo,
Bruno Baranda.
Según Baranda, en la agricultura, la demanda insatisfecha asciende a 38.000 puestos de trabajo.
Además de incentivar la incorporación de chilenos y la mecanización
del sector, en la Sociedad Nacional de Agricultura estiman que eliminar
la restricción que impide a una empresa de más de 25 trabajadores tener a
más de un 15 % de extranjeros en su plantilla también ayudaría a paliar
esa escasez.
Consciente de ello, la ministra chilena del
Trabajo, Evelyn Matthei, señaló el pasado enero que "probablemente en
algún momento" habría que revisar esa política para adaptarla a la nueva
realidad de un país que crece con fuerza y crea empleo como pocos hoy
son capaces de hacerlo.
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