Demolerán viviendas en riesgo en Brasil
El gobierno regional de Río de Janeiro anunció este lunes que demolerá decenas
de viviendas construidas en áreas de riesgo tras la tragedia provocada
por las lluvias de los últimos días en la región serrana de este estado
brasileño, que dejaron al menos 642 muertos.
"Vamos a retirar a
las familias que viven en áreas de riesgo y destruir esas casas para
evitar que las vuelvan a ocupar", afirmó hoy el vicegobernador de Río de
Janeiro y secretario regional de Obras, Luis Fernando Pezao, citado en
un comunicado de su despacho.
El funcionario afirmó que apenas
en un sobrevuelo que hizo el domingo por parte de las áreas afectadas
pudo identificar al menos 100 viviendas construidas en áreas que ofrecen
riesgo.
Casi todas las víctimas de la que es considerada como
una de las mayores tragedias naturales en la historia de Brasil
residían en viviendas construidas en las faldas de las montañas que
fueron sepultadas por toneladas de tierra, piedras y lodo que deslizaron
de los cerros como consecuencia de las lluvias.
Según la
gobernación, la decisión sobre las viviendas que serán demolidas
dependerá de las inspecciones que realicen los fiscales, a quienes
corresponderá decidir cuáles están en áreas de riesgo.
La
Defensa Civil de Nueva Friburgo, una de las ciudades más afectadas por
la tragedia, anunció que apenas en esa ciudad será necesario demoler 160
viviendas de entre 250 de las que apenas hoy fueron desalojados
temporalmente sus propietarios por estar ubicadas en áreas que ofrecen
riesgo.
La alcaldía ordenó que los habitantes de esas
residencias retiren los muebles y las pertenencias que puedan cargar, y
que las desocupen hasta que se determine si podrán regresar o no.
Los propietarios fueron obligados a firmar documentos en los que se
les informa sobre la situación y sobre la necesidad de evacuación y en
los que asumen la responsabilidad por cualquier accidente en caso de que
insistan en permanecer allí.
Las familias afectadas recibirán
un subsidio del Gobierno para que puedan pagar el alquiler de otra
residencia mientras resuelven su situación definitivamente.
Según la Defensa Civil, además de las 6.050 personas que perdieron sus
viviendas, otras 7.780 tuvieron que abandonarlas temporalmente y
refugiarse en gimnasios y escuelas públicas debido a que están ubicadas
en áreas de riesgo.
Las propias autoridades regionales y
nacionales han admitido que la dimensión de la tragedia de los últimos
días obedeció a que muchas de las viviendas en la región serrana fueron
construidas irregularmente en locales de riesgo en las faldas de las
montañas.
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral,
atribuyó la tragedia a la ocupación "irregular" de esas áreas y dijo que
ese proceso ha sido favorecido en las tres últimas décadas por una
permisividad "irresponsable" de las alcaldías de la región.
"La vivienda en área de riesgo en Brasil es la regla, no es la
excepción", dijo por su parte la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff,
tras realizar el pasado jueves un sobrevuelo sobre las áreas más
afectadas.
Pezao aseguró que el gobierno regional está
negociando alternativas para ubicar temporal o definitivamente a las
familias desalojadas y cuyas viviendas serán demolidas.
Agregó
que la alcaldía de la ciudad de Teresópolis ya expropió unos terrenos
en los que serán construidas cerca de 3.000 viviendas y que el
gobernador determinó que las obras sean realizadas en régimen de
urgencia.
Cabral se reunió hoy con el vicepresidente de la
República, Michel Temer, para negociar un ajuste a un programa
gubernamental que ofrece incentivos a la construcción de viviendas
populares de forma que pueda beneficiar especialmente a los damnificados
por las lluvias.
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