El Centro para el Control y Prevención
de Enfermedades (CDC) informó hoy que la
pasada semana se registraron 3.154 nuevos casos de gripe A que
afecta a 43.771 personas en Estados Unidos.

El CDC, que actualiza semanalmente sus datos, informó además de
que la semana pasada fallecieron 39 personas a consecuencia o por
complicaciones derivadas de la gripe A, que elevó a 302 la cifra
total de muertos en el país.

La gripe A se ha extendido a los 50 estados del país y al
Distrito de Columbia, además del estado libre asociado de Puerto
Rico y los territorios de Samoa Americana, Guam y las Islas
Vírgenes.

Wisconsin es el estado que más infectados registra, con 6.222
afectados y seis fallecidos, seguido de Texas, donde hay 5.151
enfermos y 27 muertos, e Illinois con 3.404 casos y 17 víctimas
mortales.

Nueva York, con 63 víctimas, es el estado con mayor número de
fallecidos hasta ahora. Además hay otros 2.738 pacientes a los que
se les ha diagnosticado gripe A.

Las autoridades sanitarias recuerdan que la gripe A se transmite
por la tos y el contacto con el virus, igual que la gripe
estacionaria, por lo que piden que se tomen las medidas de higiene
básicas para evitar el contagio.

Mientras tanto el Gobierno estadounidense trabaja con las
farmacéuticas para encontrar una vacuna contra el virus AH1N1, que
se espera que esté lista en octubre o noviembre.

Estados Unidos no ha decidido aún a cuántas personas pretende
inmunizar y está a la espera de las pruebas de laboratorio para
tomar la decisión final de su plan de vacunación.

De momento, según anunció esta semana el CDC, no hay señales de
que el virus AH1N1 esté mutando en uno más peligroso, aunque sigue
expandiéndose con rapidez por todo el mundo.

OMS confirma que gripe A ha causado 800 muertes y que seguirán aumentando.

La Organización Mundial de la Salud (OMS)
confirmó hoy que la gripe AH1N1 ha causado casi 800 muertes en el
mundo, y asumió que el número de casos seguirá aumentando.

El portavoz de la OMS, Gregory Hartl, indicó que 160 de los 193
países miembros de la organización han notificado casos de personas
infectadas con el nuevo virus, con lo cual éste pronto se habrá
extendido en casi todo el mundo.

Posteriormente, una nota de prensa distribuida por la
organización especificó que el número de casos sigue creciendo,
incluso en países donde el virus actúa hace tiempo, por lo que se
prevé que el número de infecciones siga aumentando en el mundo.

Sobre el aumento de las muertes, el portavoz dijo que "el hecho
de que haya cientos de miles de casos significa que,
lamentablemente, se producirán un cierto número de muertes".

"Es normal que cuantos más casos, más muertes ocurran", agregó,
para descartar enseguida los temores de que el virus haya mutado.

La OMS ha recomendado dejar de someter a pruebas de laboratorio a
todos los sospechosos de haber contraído el virus, en vista de las
proporciones que ha alcanzado su propagación y para que los
gobiernos concentren sus recursos en la contención de la pandemia y
en el tratamiento de los enfermos con síntomas severos.

En cambio, los países deben seguir reportando cada muerte a causa
del virus AH1N1 confirmada en laboratorio.

"Mientras la pandemia progresa, es más importante analizar la
evolución de los enfermos que analizar a todo el mundo", señala la
nota, que hace hincapié en que la prioridad es "determinar cuales
grupos de personas tienen el riesgo más alto de contraer el virus y
desarrollar una enfermedad grave, para poder prevenirla".

Con los datos en la mano, las personas obesas y las embarazadas
son los dos grupos de riesgo más importantes.

"Algunos informes preliminares sugerirían que hay un riesgo de
desarrollar la enfermedad de forma severa en algunas poblaciones
minoritarias, pero las potenciales contribuciones de factores
culturales, económicos y sociales aún no están claros", reza la
nota.

Lo que sí está claro son los factores de riesgo que incrementan
la posibilidad de que tras la infección, el paciente enferme:
enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias, diabetes,
cáncer, y asma.

El mayor número de casos siguen siendo de adolescentes y jóvenes
adultos, pero se desconoce la razón de ello y sólo existen
suposiciones.

Sin embargo, la OMS señala que algunos informes indican que las
personas que realmente necesitan hospitalización y los casos fatales
son pacientes un poco más mayores.

Sobre la producción de una nueva vacuna para detener esta
pandemia, el portavoz explicó que cada fabricante trabaja con su
propio calendario, aunque confirmó que algunos ya han empezado
ensayos clínicos con las primeras dosis aplicadas a humanos.

Todavía se desconoce si, una vez que esté disponible para el
público, las personas tendrán que recibir una o dos dosis para
quedar inmunizados.

Hartl adelantó que las primeras dosis deberían estar disponibles
a "principios de otoño" (en el hemisferio norte), pero no ofreció
una fecha precisa.

Aseguró, en cambio, que la OMS trabaja con distintos organismos
para asegurarse de que una vez que la vacuna esté en el mercado los
países más pobres tengan acceso a ella.

Allí "la prioridad será vacunar a los trabajadores sanitarios
porque son los más expuestos y si ellos enferman es todo el sistema
de salud el que se paraliza", señaló.

Preguntado por la posibilidad de que China prohíba el ingreso a
su territorio de personas con síntomas de gripe, Hartl aseguró que
se trata de una medida que no sería eficiente.