La chilena Jacky Teplitzky llegó por casualidad al mundo de bienes raíces, pero su tenacidad y esfuerzos le han llevado a ser la corredora latina líder en el competido mercado inmobiliario en el área residencial en la ciudad de NY.

"Fue muy difícil, muchas horas de trabajo para dar a conocer mi nombre porque yo no tenía los contactos sociales" necesarios en el negocio inmobiliario, dijo Teplitzky al recordar sus inicios en bienes raíces, tras dejar a un lado una bien remunerada posición como gerente general en Nueva York de la empresa española Viajes Marsan, entre 1989 y 1995.

En 1993, en medio de planes de boda convenció a su pareja y actual esposo, Max Dobens, de que lo mejor era comprar un apartamento de dos habitaciones porque vislumbraba que el coste aumentaría en el futuro, "con tanto rascacielos y tanta gente con la obsesión de venir a vivir a Nueva York".

Después de hablar con tantos corredores inmobiliarios, el tema de bienes raíces despertó el interés de Teplitzsky, aunque no conocía bien NY porque viajaba constantemente debido a su trabajo.

Además, ya Teplitsky había sentido la inquietud de cambiar de trabajo porque, a los 36 años, consideraba que había hecho todo lo que podía hacer en el sector de turismo.

"La mayoría de los corredores en ese entonces (con los que hablaron para la compra de su propiedad) eran mujeres que lo hacían como un pasatiempo, no como una carrera" y les generaba dinero, recordó.

"Le dije a mi marido que si yo tomaba lo que sabía del mundo empresarial y lo aplicaba al de bienes raíces, me iba a ir mucho mejor. Todos mis amigos y mis padres me dijeron que estaba totalmente loca porque como iba a ir de una multinacional, y bien pagada, a estar solamente a base de comisión", señaló.

Sin embargo, eso no la detuvo y en dos años obtuvo su licencia de bienes raíces, aunque ese fue sólo uno de los muchos obstáculos que tuvo que afrontar para abrirse paso en el nuevo reto que había tomado.

"Nunca pensé que iba a ser tan difícil encontrar trabajo. Empecé a llamar a las compañías, incluyendo la que estoy ahora, Prudential Douglas Elliman (PDE), (la firma inmobiliaria principal para las áreas de Manhattan, Brooklyn, Queens, Long Island y los Hamptons con 3.300 corredores), que ni me devolvió la llamada porque era muy elitista" a la que se llegaba por referencias, indicó.

Mientras que las que la entrevistaron la primera pregunta fue ¿a quién conoces?, ¿cuál es tu círculo social? "porque así funciona el tema de bienes raíces", señaló.

Finalmente y con la ayuda de su cuñado una compañía pequeña le contrató con la advertencia que sería por cuatro o cinco meses de prueba.

"Desde el momento que entré decidí que iba a ser todo de manera totalmente distinta a todos los demás porque tenía que triunfar, primero, porque tengo la responsabilidad de mis padres y hermano en Chile y estaba embarazada de mi primer hijo", argumentó.

Teplitzky comenzó a trabajar duro los siete días de la semana y al cabo de un año fue reconocida como la persona más joven (en la compañía) pero con más producción y las empresas que ni siquiera le habían concedido una entrevista comenzaron a llamarla.

Una de las cosas que hizo fue darse a conocer en el edificio donde vivía, en la zona donde residía así como entre personas en Sudamérica con posibilidad de invertir en Manhattan, los que contactó cuando visitaba a sus padres.