La más reciente encuesta de The New York Times y Siena College muestra que los dos candidatos presidenciales con más opciones para ocupar la silla presidencial de Estados Unidos están empatados con la misma intensión de votos entre los electores.

Según acaba de informar el diario neoyorquino tanto Kamala Harris como Donald Trump han resultado con un 48% de favoritismo entre los encuestados, a quienes se les preguntó por quién de ellos votaría.

Esta resulta ser una de las campañas más reñidas en términos de votos de las últimas décadas, destaca el periódico.

Los resultados de la encuesta demuestran varias tendencias interesantes. Por ejemplo, Kamala Harris gana entre las mujeres con un 54% del favoritismo frente a Donald Trump que se queda con el 42%, mientras que en hombres el balance es 41% para Kamala y 55% para Trump.

Otra tendencia interesante es la que se observa entre los electores hispanos, que se están convirtiendo en una porción del electorado decisiva.

Allí, Kamala registra una preferencia de 52%, mientras que Trump del 42%.

Lo que más sorprende es que el empate se dé en medio de una de las carreras por la presidencia más exótica de los últimos tiempos.

Primero, el candidato natural del partido demócrata, el actual presidente Joe Biden, renunció luego de un fatal primer debate frente a Donald Trump. Esto llevó a que emergiera la figura de Kamala Harris que logró volver a balancear las cargas ante la opinión pública.

Además, Trump, el candidato republicano, sufrió un atentado del que salió vivo de milagro y ha tenido otra amenaza de atentado. Esto ha llevado a incrementar las medidas de seguridad para garantizar la vida del ex primer mandatario.

Otro factor clave ha sido el rol protagónico que ha jugado el magnate Elon Musk que no solo ha participado de los mitines organizados por la campaña de Trump, sino que además ha anunciado un premio de un millón de dólares diario de aquí al día de las elecciones para quienes firmen una propuesta “para defender la constitución” que ha sido impulsada por la campaña de Trump. El candidato republicano ha dicho que le gustaría contar con Musk en el gobierno para impulsar un plan de recorte en el gasto público.

Lo que sorprende es que ninguno de estos hechos haya cambiado la balanza a favor o en contra de alguno de los candidatos más opcionados.

Esto muestra una gran polarización que nadie sabe cómo se podría diluir. Lo que esperan los expertos es que la presidencia de la principal potencia mundial se defina por pocos votos o inclusive que alguno de los candidatos gane por el voto popular, pero pierda por los votos del colegio electoral.

La campaña entró ya a su recta final y el desenlace va a ser totalmente inesperado, como en las buenas películas.