Elon Musk presentó el jueves lo que dijo que era un robotaxi capaz de autoconducción, prediciendo que estaría disponible en 2027, aproximadamente una década después de que prometiera por primera vez un vehículo autónomo.

El Consejero Delegado de Tesla dijo que el coche totalmente eléctrico -que no tiene volante ni pedales- tendría un precio inferior a 30.000 dólares, se cargaría de forma inalámbrica con tecnología inductiva y sería "entre 10 y 20 veces más seguro" que los coches conducidos por humanos.

"En un mundo autónomo, el coche es como una pequeña sala de estar", dijo a una multitud en los estudios Warner Brothers, cerca de Los Ángeles.

"Estás sentado en una cómoda salita, y puedes hacer lo que quieras mientras estás allí, y cuando salgas, estarás en tu destino".

Se dieron pocos detalles sobre el vehículo, cuyas puertas de ala de gaviota recuerdan al Delorean que se hizo famoso en las películas de "Regreso al futuro", pero Musk dijo que Tesla ya tenía 50 de ellos.

Afirmó que la empresa espera iniciar el año que viene la conducción "totalmente autónoma y sin supervisión" en Texas y California con los modelos existentes, para pasar después a la producción de lo que denominó la "cibercabina".

"Tiendo a ser un poco optimista con los plazos, pero en 2026, así que sí, antes de 2027. Permítanme decirlo así".

Robovan y Optimus robot

La velada, que comenzó con casi una hora de retraso, estuvo cargada de visiones soleadas del futuro, pero poco concreta.

Pero también mostró un vehículo de pasajeros masivo que Musk llamó "El Robovan".

El vehículo, que parece una enorme tostadora en movimiento, no tiene volante, pedales ni conductor.

Puede tener capacidad para 20 personas o podría convertirse para transportar mercancías, dijo Musk.

No dio detalles sobre la producción ni plazos.

Musk también sacó a relucir unos robots humanoides bailarines llamados Optimus que, según dijo, algún día podrán realizar tareas serviles, además de ofrecer amistad.

"Creo que será el producto más grande de todos los tiempos", dijo, y añadió que esperaba que el robot se vendiera entre 20.000 y 30.000 dólares.

Tampoco dio plazos al respecto, y en la retransmisión en directo no quedó claro cuáles eran las capacidades del robot, aunque se le vio caminando entre el público, repartiendo placas y sirviendo bebidas.

Apoyo a Trump

Las declaraciones altisonantes de Musk y su entregada base de seguidores han ayudado a convertir Tesla en una de las empresas más valiosas del mundo.

Aunque en su día fue el favorito de la izquierda política por sus medidas ecologistas para electrificar el transporte, ahora es cada vez más polémico.

Desde que compró Twitter -que rebautizó como X-, el absolutista de la libertad de expresión recortó la plantilla de la plataforma, lo que llevó a muchos usuarios y anunciantes de toda la vida a abandonar el foro.

Y actualmente dedica tiempo y dinero a promocionar al republicano Donald Trump, haciéndose eco de las nefastas advertencias del multimillonario candidato presidencial sobre los inmigrantes y unos Estados Unidos que se desmoronan, incluso durante una exuberante aparición en un mitin de Trump el fin de semana que fue objeto de numerosas burlas.

La revelación del robotaxi del jueves por la noche se hizo esperar.

Musk dijo por primera vez en 2016 que un coche totalmente automatizado estaba a dos años vista; un año más tarde estaba promocionando un vehículo para 2019 tan inteligente que los clientes podrían dormir mientras les conducía.

Pero, como muchos fabricantes de automóviles han descubierto, la conducción autónoma es complicada.

Aunque muchos coches actuales tienen un grado limitado de automatización, lo que teóricamente permite al conductor ceder parte de las tareas aburridas de la conducción a un ordenador de a bordo, la persona al volante sigue teniendo que prestar atención e intervenir si el coche hace algo imprevisible.

Esto se debe a que los ordenadores, a diferencia de las personas, no son muy buenos reaccionando ante acontecimientos inesperados o situaciones que nunca han visto antes.

Otras empresas, como Waymo, de Google, y Cruise, de General Motors, llevan ya unos años operando programas piloto de robotaxi fuertemente regulados y limitados.

Cualquier cosa que Tesla intente poner en la carretera se enfrentará al mismo tipo de obstáculos normativos, así como al escepticismo del público en general, muchos de los cuales nunca han visto un coche sin conductor.

La reacción inmediata a las revelaciones fue variada.

"Tonterías delirantes de un mentiroso que lleva una década prometiendo un robotaxi cada año", escribió el usuario @goodandnormal en X.

Otros en la plataforma se mostraron más entusiastas, y algunos pronosticaron que la cotización de Tesla se disparará cuando abran los mercados estadounidenses.

"Robovan", el coche autoconducido de Tesla. El futuro parece prometedor", escribió @CollinsEbot1.

© Agence France-Presse By Huw GRIFFITH

La reacción de las acciones

Las acciones de Wall Street subieron en su mayoría a primera hora del viernes, ya que los mercados ponderaron las sólidas ganancias de JPMorgan Chase, pero rechazaron el tan publicitado evento de lanzamiento de Tesla sobre conducción autónoma.

Los mercados también digirieron los datos que mostraban que los precios mayoristas estadounidenses se mantuvieron planos en septiembre.

La aseguradora Nationwide afirmó que el último informe sobre la inflación "no estropeará los planes de la Reserva Federal" de seguir reduciendo los tipos de interés en 2024, tras haberlos recortado en septiembre.

A los 20 minutos de iniciarse las operaciones, el índice Dow Jones subía un 0,4%, hasta 42.624,30 puntos.

El índice general S&P 500 subió un 0,2%, hasta los 5.792,55 puntos, mientras que el índice compuesto Nasdaq, rico en tecnología, cayó un 0,1%, hasta los 18.256,61 puntos.

Los índices de Wall Street están en camino de registrar ganancias semanales, ya que los compradores han intervenido para adquirir acciones tras los retrocesos de esta semana.

JPMorgan subió un 3,4%, ya que el banco registró menores beneficios pero superó las estimaciones. Los ejecutivos describieron a los consumidores estadounidenses como sanos.

Pero Tesla se desplomó un 7,5% después de que Elon Musk demostrara un Robotaxi eléctrico sin volantes ni pedales en su esperado evento de Los Ángeles.

Sin embargo, los críticos afirmaron que la presentación fue escasa en detalles sobre los pasos financieros y los plazos para hacer realidad el producto.

© Agence France-Presse. New York, United States.