Cada año, el 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una iniciativa destinada a crear conciencia sobre la importancia de la salud mental y a promover el apoyo para quienes enfrentan desafíos en este ámbito. Esta celebración, que comenzó en 1992 por la Federación Mundial de Salud Mental, ha crecido en relevancia, con más de 150 países participando en la reducción del estigma y el fomento del bienestar mental.

El tema de este Día Mundial de la Salud Mental 2024 es "La salud mental en el trabajo", subrayando la conexión crucial entre los entornos laborales y la salud mental. En el mundo actual, el estrés, el agotamiento y las crisis de salud mental son comunes en los lugares de trabajo, afectando tanto el bienestar de las personas como la productividad organizacional. Este tema destaca la necesidad de acciones urgentes por parte de empleadores, gobiernos e individuos para garantizar condiciones laborales seguras y de apoyo que prioricen el bienestar mental.

Las investigaciones demuestran que una mala salud mental en el trabajo puede generar una disminución en la satisfacción laboral, la productividad y un aumento en el ausentismo. Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión y la ansiedad son responsables de la pérdida de 12 mil millones de días laborales a nivel mundial cada año. Esta pérdida afecta tanto la producción económica como el bienestar de los empleados. Abordar los desafíos de salud mental y ofrecer sistemas de apoyo como asesoramiento, horarios de trabajo flexibles y formación en conciencia sobre la salud mental puede ayudar a crear entornos laborales más saludables y productivos.

Un elemento clave de la campaña de este año es la importancia de la prevención del suicidio en el lugar de trabajo. Reconocer y mitigar los riesgos de salud mental en el trabajo, así como fomentar un diálogo abierto sobre estos temas, puede desempeñar un papel vital en la reducción de los suicidios relacionados con el entorno laboral.

En este Día Mundial de la Salud Mental, se insta a los gobiernos y organizaciones a colaborar en la creación de políticas que no solo promuevan la seguridad física, sino que también apoyen activamente la salud mental. Al invertir en enfoques basados en la evidencia y fomentar culturas laborales de apoyo, las empresas pueden asegurar que sus empleados prosperen tanto profesional como personalmente​