Rompiendo el techo de cristal: las mujeres se toman las rectorías de las universidades
Superar las grandes brechas en contra de las mujeres en muchos frentes de la vida cotidiana es una de las tareas pendientes de la humanidad.
Aún así, ha habido avances en frentes como la ruptura del techo de cristal, la carga de las tareas de cuidado y la reducción en las brechas salariales.
Prueba de ello es que cada vez más mujeres están llegando a dirigir instituciones universitarias y este es un fenómeno que se está dando en todo el mundo.
Según el más reciente ranking de Times Higher Education revelado el año pasado, casi una cuarta parte de las universidades de élite del mundo está siendo dirigida por mujeres.
Al analizar estas cifras, el Foro Económico Mundial (FEM) señaló que aún sigue siendo preocupante que de los 27 países que tienen alguna universidad entre las 200 mejores del mundo, 12 de ellos no tienen mujeres en las rectorías de sus centros educativos.
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En los países de Latinoamérica se destaca el caso de Colombia, donde hoy 15 mujeres lideran centros de educación superior. Allí están las más importantes del país como la Universidad Nacional, la Universidad de los Andes, Eafit y el Colegio de Estudios Superiores en Administración (Cesa), entre otras.
Estados Unidos y Alemania son pioneros en abrir espacios de liderazgo a nivel académico en las universidades.
En su análisis, el FEM cita lo dicho por Louise Richardson durante su discurso de cierre como rector de la principal universidad del mundo, Oxford. Según él, hay un evidente problema de escasez de talento femenino en los niveles de educación superior. "Se trata de un problema que debe abordarse a nivel internacional. En Estados Unidos, en 2018, las mujeres representaban el 53% de los profesores asistentes y el 46% de los profesores asociados, pero solo representaban el 34% de los profesores titulares. Las mujeres de color siguen estando preocupantemente subrepresentadas en el mundo académico, aunque hay signos de movimiento positivo en esta cuestión".
En general a las mujeres les toca recorrer un camino empinado para llegar a posiciones de liderazgo en cualquier ámbito. Además de que enfrentan brechas en remuneración, deben asumir labores de cuidado de manera permanente que les exigen mayor dedicación de tiempo y cuando no tienen esas limitaciones, se enfrentan al fenómeno del techo de cristal.
Por eso es que es necesario seguir luchando para eliminar todas esas barreras, porque es mucho lo que las mujeres tienen que aportar en el ámbito académico: su disciplina, todas sus habilidades intelectuales y su sensibilidad frente a los fenómenos, las convierten en grandes investigadoras académicas. Por todas estas razones es necesario seguir ampliando la presencia de las mujeres en la dirección de universidades.
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