Escrito por: Alejandra Legarda- periodista

Recientes estudios han establecido una conexión significativa entre las lesiones renales agudas (AKI, por sus siglas en inglés) y un aumento en el riesgo de desarrollar demencia. Las investigaciones, especialmente una llevada a cabo por el Instituto Karolinska en Suecia, demostraron que las personas que experimentaron al menos un episodio de lesión renal aguda presentaron un 49% más de riesgo de desarrollar cualquier tipo de demencia. Este riesgo aumentó al 88% en el caso de la demencia con cuerpos de Lewy o la demencia asociada con el Parkinson, y un 47% para la demencia vascular.

El vínculo entre las lesiones renales agudas y la demencia se debe, en parte, a los efectos negativos que el daño renal puede tener en el cerebro. Las lesiones renales pueden afectar la barrera hematoencefálica, provocando inflamación y daño a los vasos sanguíneos cerebrales, lo que podría ser un desencadenante de problemas cognitivos a largo plazo.

Este hallazgo resalta la importancia de vigilar de cerca la función cognitiva en pacientes que han sufrido una lesión renal aguda, sobre todo en adultos mayores. La detección temprana de demencia y la implementación de estrategias preventivas, como el control de factores de riesgo vasculares (hipertensión, colesterol alto, diabetes), podrían ayudar a mitigar el impacto en la salud cognitiva

En resumen, la investigación actual sugiere que las personas que padecen de una lesión renal aguda deben ser monitoreadas cuidadosamente por posibles signos de deterioro cognitivo, dado el aumento del riesgo de desarrollar demencia.