Escrito por:  Alejandra Legarda- periodista

Según las investigaciones, el grupo demográfico que más consume bebidas energéticas son los hombres jóvenes, particularmente aquellos de entre 18 y 34 años. En Estados Unidos, alrededor de un tercio de los adolescentes, de entre 12 y 17 años, también consumen estas bebidas de forma regular​.

Además, los estudiantes universitarios son otra población que tiende a consumir bebidas energéticas de manera habitual, especialmente aquellos que buscan mejorar su rendimiento académico o físico. Las bebidas energéticas se han vuelto particularmente populares entre deportistas y personas que participan en actividades que requieren un nivel alto de energía​.

Este consumo frecuente está relacionado con su comercialización agresiva dirigida a los jóvenes, lo que ha suscitado preocupaciones sobre los efectos negativos en su salud.

Las bebidas energéticas, aunque populares por proporcionar un impulso rápido de energía y alerta, conllevan riesgos significativos para la salud, especialmente cuando se consumen con frecuencia o se mezclan con otros estimulantes, como el café o el alcohol.

Riesgos para la salud de las bebidas energéticas:

Las bebidas energéticas suelen contener altos niveles de cafeína, azúcar y otros estimulantes como guaraná y taurina, lo que puede provocar varios problemas de salud. Entre ellos se incluyen aumento de la frecuencia cardíaca, presión arterial alta, deshidratación, ansiedad y, en casos graves, accidentes cerebrovasculares o arritmias cardíacas. El alto contenido de azúcar también contribuye al aumento de peso, la caries dental y un mayor riesgo de diabetes tipo 2​

¿Que pasa si se mezcla las bebidas energéticas con café?

Combinar bebidas energéticas con café agrava estos riesgos. Ambas bebidas contienen cafeína, y mezclarlas puede llevar a una ingesta peligrosa de cafeína, lo que resulta en nerviosismo, ansiedad, insomnio y un aumento significativo de la frecuencia cardíaca y la presión arterial

Para personas sensibles a la cafeína o con problemas cardíacos preexistentes, esta combinación puede ser particularmente perjudicial, con el potencial de causar problemas cardiovasculares más graves​.

Adicción y dependencia:

Las bebidas energéticas pueden generar adicción debido a su alto contenido de cafeína. El consumo regular puede generar dependencia, con síntomas como dolores de cabeza, fatiga e irritabilidad cuando no se consumen​. Además, el impulso temporal de energía seguido por una caída puede crear un ciclo en el que las personas consumen más para mantenerse alerta, lo que aumenta el riesgo de complicaciones para la salud​.

En conclusión, aunque las bebidas energéticas ofrecen una solución rápida para generar energía y euforia, sus riesgos potenciales para la salud a largo plazo superan con creces los beneficios a corto plazo, especialmente cuando se mezclan con otros estimulantes o se consumen en exceso.