Escrito po: Alejandra Legarda

Un estudio dirigido por la Universidad Northeastern ha identificado que ciertas sustancias químicas presentes en productos de cuidado personal, como protectores solares y maquillaje, podrían incrementar el riesgo de hipertensión durante el embarazo, con posibles consecuencias a largo plazo para la salud tanto de la madre como del feto. Los compuestos en cuestión son los fenoles y los parabenos, utilizados comúnmente como filtros UV en protectores solares y para prevenir el crecimiento de bacterias y moho en cosméticos.

El estudio se centró en examinar las asociaciones entre la exposición a estas sustancias químicas de manera individual y combinada, destacando la importancia de observar los efectos acumulativos de múltiples exposiciones químicas. Tradicionalmente, las investigaciones han abordado la exposición a una sola sustancia a la vez, pero este enfoque no refleja la realidad cotidiana, donde las personas están expuestas a varias sustancias químicas simultáneamente.

La investigación puso un énfasis particular en la salud cardiovascular de las mujeres durante y después del embarazo. Se descubrió que la hipertensión gestacional puede llevar a complicaciones como el parto prematuro, la preeclampsia y la diabetes. Además, las mujeres que desarrollan hipertensión durante el embarazo tienen un mayor riesgo de padecer hipertensión crónica y otros problemas de salud cardiovascular en el futuro, lo que subraya la importancia de considerar los efectos a largo plazo de estas exposiciones.

El estudio se realizó en mujeres embarazadas de Puerto Rico, una región con una alta concentración de sitios Superfund, áreas contaminadas con sustancias químicas peligrosas. Estas mujeres han estado expuestas a un entorno de alta toxicidad ambiental, además de enfrentar otros desafíos como la pobreza y los efectos del cambio climático, que también afectan la calidad del agua y las condiciones de vida. Esta combinación de factores hace que las embarazadas sean particularmente vulnerables a los efectos de las sustancias químicas.

Los investigadores subrayan la necesidad de reevaluar las políticas sobre sustancias químicas en Estados Unidos. Actualmente, las empresas pueden comercializar productos que contienen sustancias químicas sin pruebas exhaustivas de seguridad. Esto ha llevado a la proliferación de productos con componentes potencialmente dañinos. Según los expertos, es crucial impulsar un cambio en las políticas para limitar la capacidad de la industria de introducir sustancias tóxicas en los productos antes de que se comprenda completamente su impacto en la salud. Asimismo, se hace un llamado a desarrollar alternativas más seguras en productos de cuidado personal, especialmente en protectores solares que no comprometan la salud mientras protegen contra el cáncer de piel.

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