Desde el inicio de su administración, Donald Trump ha retado los límites de la legislación estadounidense a través de su conflictiva agenda.

Gran parte de la movilización demócrata por conseguir retomar la mayoría en la Cámara de Representantes estuvo auspiciada por su promesa de poner un alto a las medidas anti-inmigrante del presidente y a hacerle saber que no está por encima de la ley.

Sin embargo, esa batalla ha sido llevada a cabo desde el principio por los jueces federales que se oponen a sus caprichos.

Incluso desde su campaña, Donald Trump ha insistido en deslegitimizar las cortes, en un intento por utilizar la opinión pública a su favor, y cada vez que un juez federal se ha opuesto a conceder en sus decisiones, la retahíla de ataques por Twitter ha sido la herramienta favorita del presidente, en algo que especialistas describen como “una amenaza a nuestro sistema de gobierno”.

A pesar de ello, han sido precisamente estos jueces quienes han servido de muro de contención para el gobierno. Los casos más particulares fueron:

El 3 de febrero del 2017, el Juez Distrital James Robart emitió una sentencia que bloqueaba temporalmente la orden migratoria de Trump contra siete países predominantemente musulmanes. A la decisión se sumaron el Noveno Circuito y un juez federal en Hawaii.

De igual manera, el Juez Distrital William Orrick III bloqueó durante el mes de abril del 2017 la implementación de la orden ejecutiva que pretendía retirar fondos de las llamadas Ciudades Santuario por rehusarse a cooperar con el gobierno federal a la hora de deportar a inmigrantes indocumentados.

El 9 de enero del 2018, el Juez Distrital William Alsup bloqueó temporalmente la decisión de la administración de poner fin al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).

Durante el mes de mayo del 2018, la juez Naomi Reice Buchwald sentenció que el presidente Trump “no puede bloquear a usuarios” en su cuenta de Twitter, argumentando que el presidente “violaba la Constitución de Los Estados Unidos al impedir que algunos estadounidenses vean sus tweets en @realDonaldTrump”.

El pasado 9 de noviembre, el juez federal Brian Morris de la Corte Distrital de Montana bloqueó temporalmente la construcción del oleoducto Keystone XL, un conflictivo proyecto que fue rechazado por activistas medioambientales y por el mismo presidente Barack Obama por el efecto que podría tener en el cambio climático.

Después de que el Secretario de Comercio Wilbur Ross anunciara el pasado mes de marzo que se agregaría la pregunta de ciudadanía en el censo del 2020, una serie de demandas que argumentaban que la intención del gobierno era imponer el miedo en la nación y, por ende, suprimir la participación de las comunidades inmigrantes y minoritarias en el proceso de conteo.

La diatriba llegó finalmente a la Corte Suprema, quien ha decidido proceder a la evaluación del caso esta semana.

Un juez federal en San Francisco bloqueó temporalmente el pasado lunes la decisión del presidente Trump de restringir las solicitudes de asilo en la frontera con México, después de que una nueva caravana de inmigrantes se pusiera en marcha desde Centroamérica.