“Cuando la grúa se lleva tu carro, nadie te puede ayudar. Después de tu casa, tu automóvil es lo segundo más valioso y no es justo quedar a la merced de compañías que ni siquiera están cumpliendo la ley”, dijo el contralor de la ciudad, Alan Butkovitz.

Tras una investigación de tres meses y tres personas, la Oficina de la Contraloría descubrió que varias compañías de grúas, entre ellas, Maton Towing and Transport Inc., George Smith Inc., Tow Decision Inc., Bob’s Auto and Town, Mystical y Lew Blum, cobran $175 por sus servicios de grúas cuando el monto mínimo establecido por el departamento de Licencias e Inspecciones (L&I) es $150, establecido en el código 9-605 (11) (b) de la ciudad.

Según el contralor, todas las compañías de grúas mencionadas cuentan incluso con anuncios por toda la ciudad con los precios ilegales; sin embargo L&I no ha hecho nada al respecto.

“Creo que el departamento está sobre-saturado de trabajo y por eso no se ha dado el tiempo de penalizar a dichas compañías, pero esta entidad es la encargada de asegurar los estándares y la calidad de vida de los ciudadanos, por lo tanto la ciudad tiene que encontrar la manera de regular este problema”, dijo Butkovitz.

En respuesta a dicho reporte, el Comisionado de la Policía, Charles Ramsey, recomendó una legislación para que antes de que un vehículo sea remolcado se haga una multa previa hecha por un agente de la Policía.

En Filadelfia, las compañías de grúas funcionan de manera privada con un Permiso de Privilegio de Negocio, igual que cualquier otro negocio, y cada una de las grúas debe tener una licencia individual. 

Actualmente, existen 574 Compañías de grúas certificadas en la ciudad. Durante el 2007 y 2008, L&I recibió 44 quejas en contra de las compañías y siete de ellas fueron temporalmente suspendidas, mientras que tres fueron referidas a la Corte Municipal.

Y mientras en la ciudad las oficinas se pasan la bola, los afectados son los ciudadanos, todo aquel que le han llevado el carro con la grúa coincide en que es una pesadilla.

Tal es el caso del universitario John Stish, quien estacionó su automóvil en la calle 15, atrás del cine de Temple mientras asistía a clase el año pasado.

“Cambiaron el señalamiento de estacionamiento gratuito a estacionamiento de tres horas y no me enteré. Cuando volví de clase la grúa se estaba llevando mi carro”, dijo Stish.

“Le supliqué que lo bajara que ya estaba ahí y me dijo que no. Después le pedí que me dejara sacar mi celular y mi billetera de la guantera y me dijo que no”, dijo Stish.

El estudiante consiguió que un compañero lo llevará a la compañía de grúas George Smith Inc.

“Llegue antes que el de la grúa y a pesar de eso me cobraron cargos por almacenamiento de $25, en total fueron $200 que tuve que pagar con tarjeta de crédito porque no tenía dinero, una vez que logré convencer al empleado de que me devolviera mi billetera para poder pagarle”, dijo Stish.

Por su parte, un empleado de George Smith quien no quiso dar su nombre, aseguró que los cargos por la grúa son de $150 y que si el carro no se ingresa en el estacionamiento no se tiene porque cobrar cargos de almacenamiento en contradicción con la versión de Stish.

“Creo que operan de una manera abusiva y uno no puede hacer nada al respecto. Me sentí abusado”, dijo el estudiante.

Al cuestionar al empleado el por qué no se permite soltar el carro si la persona llega en el momento que se lo están llevando, respondió que es decisión del conductor.

“Depende del lugar y de como se ve y se comporta una persona”, dijo el empleado.

“Usted sabe no es lo mismo un afroamericano gritando en el norte de Filadelfia que una señora educada con niños”, agregó.

Sin embargo, no pudo especificar el criterio para decidir si devuelven a no el carro, ni tampoco si ellos proveen un entrenamiento previo a los empleados que les dicte los parámetros para decidir en ese tipo de situaciones.

Para quejas de grúas llame al 311 o a los consejales James Ken