Se estima que entre 71 y 95 millones de personas en los Estados Unidos continentales, es decir, más del 20% de la población, podrían estar consumiendo agua subterránea contaminada con compuestos químicos perjudiciales para la salud, incluyendo sustancias que aumentan el riesgo de cáncer. Esta alarmante situación ha sido confirmada por diversos estudios y reportes gubernamentales.

Contaminantes en el Agua Subterránea

Entre los principales contaminantes detectados en el agua subterránea se encuentran las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), conocidas como "químicos eternos" debido a su persistencia en el medio ambiente y en el organismo humano. Estas sustancias se han asociado con diversos problemas de salud, incluyendo cáncer de riñón y testículos, enfermedades hepáticas y trastornos endocrinos. Un estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) reveló que el agua potable de casi la mitad de los grifos en el país contiene PFAS en niveles preocupantes.

Fuentes de Contaminación

Las PFAS se encuentran en una amplia gama de productos de consumo, como sartenes antiadherentes, envases de alimentos y ropa resistente al agua. Su uso extendido y la falta de degradación natural han llevado a la contaminación de fuentes de agua subterránea, afectando tanto a sistemas públicos como a pozos privados. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha reconocido la gravedad del problema y ha propuesto límites federales para seis tipos de PFAS, aunque la implementación de estas regulaciones aún está en proceso.

Riesgos para la Salud

La exposición prolongada a PFAS y otros contaminantes en el agua potable se ha vinculado con un aumento en la incidencia de diversos tipos de cáncer, enfermedades tiroideas, problemas reproductivos y trastornos del sistema inmunológico. La persistencia de estos químicos en el cuerpo humano y su capacidad para bioacumularse agravan los riesgos asociados. Además, estudios han demostrado que la exposición acumulada a mezclas de químicos tóxicos en el agua potable podría provocar más de 100,000 casos de cáncer en Estados Unidos.

Medidas y Recomendaciones

Ante esta situación, es fundamental que las autoridades implementen regulaciones más estrictas y realicen monitoreos constantes de la calidad del agua potable. Los consumidores pueden tomar medidas preventivas, como utilizar filtros de agua certificados que reduzcan la presencia de PFAS y otros contaminantes. Además, es recomendable mantenerse informado sobre la calidad del agua en su área y participar en iniciativas comunitarias que promuevan la protección de las fuentes de agua.

La contaminación del agua subterránea con compuestos químicos peligrosos representa una amenaza significativa para la salud pública en Estados Unidos. Es imperativo que se tomen acciones coordinadas entre el gobierno, las industrias y la sociedad civil para abordar este problema y garantizar el acceso a agua potable segura para toda la población.