Tribunal expulsó abogado de Ríos Montt por irrespetuoso
La jueza del Tribunal A de Mayor Riesgo de Guatemala, Jazmín Barrios, expulsó de la sala y del juicio al abogado Francisco García, el nuevo defensor del…
La jueza del Tribunal A de Mayor Riesgo de
Guatemala, Jazmín Barrios, expulsó de la sala y del juicio al abogado
Francisco García, el nuevo defensor del general retirado José Efraín
Ríos Montt en el proceso por genocidio que comenzó este martes en su contra.
Barrios argumentó que García le faltó el respeto al tribunal durante
el debate oral y público que tiene lugar en la concurrida sala de vistas
de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala, donde también es juzgado
por genocidio el antiguo jefe de inteligencia militar José Rodríguez.
El incidente se registró cuando García presentó una recusación para
que la jueza no dirija el proceso, por considerar que él y Barrios son
"enemigos".
La magistrada negó tal extremo y explicó que el
desacuerdo que hubo con el jurista en un caso anterior se subsanó luego
de que este le pidiera unas disculpas que ella aceptó, por lo que
rechazó la recusación.
Ante la insistencia del abogado, Barrios decidió expulsar de la sala a García, había sido nombrado nuevo defensor de Ríos Montt este mismo martes, poco antes del inicio del juicio.
La jueza ordenó a los abogados César Calderón, el defensor de
Rodríguez, y a Moisés Galindo, el abogado de otro militar que podría ser
juzgado por genocidio, asumir en la audiencia de este martes la defensa
de Ríos Montt, de 86 años.
Barrios dejó abierta la posibilidad de que uno de los cuatro abogados
que hasta esta mañana conformaban el equipo defensor del anciano
militar pueda reasumir esa labor en el juicio, en el que ya no podrá
estar presente García por orden de la jueza.
Ríos Montt
sustituyó a última hora a Danilo Rodríguez, Francisco Palomo, Marco
Antonio Cornejo y Luis Rosales por García, en un nuevo y fallido intento
por detener el proceso en su contra.
Al abandonar el
tribunal, el abogado García dijo a los periodistas que presentará una
denuncia contra Barrios por "prevaricato" y también un recurso de amparo
por rechazar la magistrada la recusación que presentó.
El juicio oral y público por genocidio y delitos de lesa humanidad contra Ríos Montt y Rodríguez se inició este martes.
Ambos son acusados del asesinato de 1.771 indígenas de la etnia maya
ixil entre 1982-1983. Este es el primer juicio por genocidio en
Guatemala contra un ex jefe de Estado.
Ríos Montt tiene cita con la justicia este martes
Los supervivientes del genocidio perpetrado
por el ejército de Guatemala entre 1960-1996 esperan impacientes el
inicio mañana del juicio contra el exgeneral golpista José Efraín Ríos Montt y su antiguo jefe de inteligencia, José Rodríguez, acusados de la matanza de 1.771 indígenas ixiles.
El Juzgado A de Mayor Riesgo, que preside Jazmín Barrios, tiene
previsto abrir el juicio este martes a las 8.30 hora local (14.30 GMT) en
contra de los dos ancianos militares retirados, por los delitos de
genocidio y deberes contra la humanidad.
Los familiares de las
víctimas mortales y desaparecidos durante la guerra expresaron el día de ayer que
están ansiosos por el inicio del juicio que han esperado por muchos años
y que los jueces actúen de forma independiente.
Los supervivientes han esperado tres décadas
para llevar a la justicia a los presuntos autores intelectuales de las
masacres perpetradas por el ejército en el denominado Triángulo Ixil, en
el departamento noroccidental del Quiché, el más golpeado por la
guerra.
"Es un momento tan importante no solo para las
víctimas sino para quienes tuvieron fe por buscar la justicia",
manifestó Anita Menchú, hermana de la premio Nobel de la Paz de 1992,
Rigoberta Menchú, quienes fueron víctimas de la represión militar.
Ríos Montt acude a cita con la justicia 30 después de gobernar Guatemala
El 23 de marzo de 1982, un militar con temple
de acero, pistola al cinto y uniforme de combate, se presentaba a los
guatemaltecos como líder de una Junta Militar que sustituía en la
Presidencia al general Romeo Lucas García, recién depuesto por su propio
Ejército.
Ese día se abrió uno de los capítulos más trágicos
de la guerra interna de 36 años que vivió Guatemala, protagonizado por
el mesiánico general José Efraín Ríos Montt,
un pastor evangélico fundamentalista, alcohólico en recuperación y
acérrimo anticomunista, que impuso un régimen dictatorial que se saldó
con miles de indígenas masacrados.
A casi 31 años del inicio de su Gobierno de facto, de casi 17 meses, el otrora poderoso Ríos Montt,
en silencio, cabizbajo y derrotado, tendrá que acudir este martes 19 de marzo a la que
quizás sea su más importante cita con la Justicia, para responder por
los miles de guatemaltecos que el Ejército bajo su mando mató e hizo
desaparecer en nombre de la Patria.
Durante sus años de gloria
dentro de la política guatemalteca, entre 1989 y 2011, protegido por la
inmunidad que le otorgaba ser diputado del Congreso, este anciano
general retirado reconocía que durante su mandato se dieron esos
"excesos", pero que no tenía ninguna responsabilidad y que, por lo
tanto, no temía demandas judiciales ni dentro ni fuera del país.
Pero desde que en enero de 2012 un tribunal penal lo ligó a proceso
por las acusaciones de genocidio y delitos contra la humanidad y le
fuera impuesto un arresto domiciliario, ha preferido el mutis.
Los periodistas locales y extranjeros que en los últimos meses han
solicitado entrevistarle para hablar de su proceso judicial han recibido
como respuesta un "no" a secas.
Su hija, la exdiputada Zury
Ríos, y sus abogados defensores, se han convertido en una suerte de
portavoces suyos, que más que hablar sobre lo que piensa o siente, lo
exponen como la víctima de "un complot internacional" de la "izquierda
retrógrada", que busca cobrar "venganza" por haber perdido la guerra.
De la imagen autoritaria que Ríos Montt
mostraba cuando tenía 56 años, cuando encabezó el golpe de Estado por
medio del cual se hizo con el poder, queda poco. Tal vez el fuerte tono
de su voz que, con cierta dificultad, intenta mantener cuando habla con
quienes pretende impactar.
Durante las largas jornadas que en
el último año le ha tocado estar frente a jueces, fiscales y acusadores,
la mirada de este antiguo poderoso militar de 86 años ha permanecido
perdida, los gestos de su rostro se han hecho casi imperceptibles y se
le ha visto cabizbajo.
Siempre de traje oscuro, sudoroso, a
veces nervioso, con un lápiz y un ejemplar de la Constitución del país
en mano, tomaba nota de cada exposición o argumento esgrimido en su
contra; hablaba al oído de sus abogados, volvía a escribir, cerraba los
ojos, respiraba.
Los abogados encargados de su defensa, entre
ellos Danilo Rodríguez, un guerrillero arrepentido que se desligó de la
insurgencia en 1992, han interpuesto decenas de recursos para evitar el
inicio del juicio, pero hasta hoy no han tenido éxito.
Mañana, cuando sea sentado en el banquillo de los acusados y enfrente a la Justicia cara a cara, Ríos Montt
tendrá la oportunidad de exponer su versión de los hechos, negará que
durante su Gobierno el Ejército bajo su mando haya cometido genocidio, y
reclamará su inocencia.
Los 1.771 indígenas ixiles que según la Fiscalía fueron asesinados a manos de los soldados que Ríos Montt dirigía como comandante general de las Fuerzas Armadas, no tuvieron oportunidad de defensa, reclaman los sobrevivientes.
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